No era un olor común, ni siquiera desagradable al principio; más bien, una sutil disonancia en la atmósfera habitual del barrio, algo que uno simplemente no podía ignorar. Fue la tarde del domingo cuando la inquietud se convirtió en certeza. En el cruce de la avenida del Río y el antiguo camino a San Roque, justo frente a una secundaria, el olor se intensificó. Transeúntes, quienes inicialmente pensaron en una fuga de algún residuo químico o un animal muerto, se acercaron con cautela. Lo que encontraron los dejó helados.
Un cuerpo en avanzado estado de descomposición yacía en la vía pública. De inmediato, las llamadas a las autoridades inundaron las líneas de emergencia. Elementos de la policía municipal y peritos de la Fiscalía General de Justicia del Estado arribaron al lugar para realizar el levantamiento del cuerpo. La escena, lamentablemente familiar para la zona, generó una profunda consternación entre los habitantes y la comunidad estudiantil.
Mientras las autoridades trabajaban en la investigación, sin revelar información sobre la identidad de la víctima o posibles móviles, otra tragedia sacudía el estado. En Linares, Nuevo León, a cientos de kilómetros de distancia, se reportó un hecho aún más violento:
Durante la madrugada del domingo, un ataque armado contra dos oficiales de la policía municipal dejó un saldo de un guardia muerto y otro gravemente herido. Los hechos ocurrieron cerca de las 02:00 horas en la avenida Calzada Modesto Galván, después de una persecución que terminó con una balacera. El oficial Carlos González Cardona, con sólo dos años de servicio, perdió la vida. Su compañero, el jefe de turno Juan Andrés, lucha por sobrevivir tras recibir múltiples impactos de bala.
La zona cercana a las vías del tren fue acordonada mientras peritos y ministeriales de Monterrey recogían evidencia. Estos dos incidentes, separados geográficamente pero unidos por la violencia, ponen en relieve la preocupante situación de inseguridad que azota a ciertas regiones de Nuevo León. La investigación continúa en ambos casos, dejando a la comunidad con la incertidumbre y el pesar de estas pérdidas irreparables.