Pero, ¿estamos realmente seguros? La tecnología contactless, esa maravilla que nos permite pagar con un simple acercamiento, también ha abierto una puerta a nuevos tipos de fraudes. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) ha lanzado una alerta sobre el aumento de incidentes fraudulentos relacionados con tarjetas contactless. No se trata de una simple advertencia; las cifras indican un problema creciente que afecta directamente a los usuarios.
El problema principal reside en el “skimming digital”. Imaginen: delincuentes equipados con dispositivos que, a corta distancia, pueden copiar la información de su tarjeta sin que usted lo note. Es un robo silencioso, casi invisible, que puede dejarle con un saldo bancario inesperadamente reducido. Además del skimming, la CONDUSEF ha detectado un incremento en los cobros no autorizados, a menudo de pequeños montos, diseñados para pasar desapercibidos en su estado de cuenta.
Pero la amenaza no se limita al skimming. La tecnología RFID, usada en muchas tarjetas, también es vulnerable. Lectores portátiles pueden capturar datos sensibles a distancia, sin siquiera tocar su tarjeta. Es como una especie de robo de identidad invisible.
¿Qué podemos hacer para protegernos? La CONDUSEF recomienda varias medidas:
- Utilizar fundas protectoras RFID para bloquear las lecturas no autorizadas.
- Revisar con frecuencia sus estados de cuenta para detectar movimientos sospechosos.
- Solicitar a su banco que limite el monto de sus pagos sin contacto. Esto reduce las pérdidas en caso de fraude.
- Activar las alertas de transacciones en su aplicación bancaria para recibir notificaciones inmediatas de cualquier actividad.
- Priorizar las operaciones que requieran NIP para añadir una capa extra de seguridad.