Se trata del Metapneumovirus (HMPV), un virus que, aunque en muchos casos presenta síntomas leves como congestión nasal, dolor de garganta, fiebre ligera y tos, puede evolucionar a una complicación seria: la neumonía.
La transmisión del HMPV ocurre a través de las vías respiratorias, principalmente por las gotitas que se expulsan al hablar, toser o estornudar. Aunque la mayoría de las infecciones se resuelven sin mayores problemas, ciertos grupos poblacionales presentan un riesgo considerablemente mayor.
¿Quiénes son los más vulnerables? La respuesta es clara: niños menores de cinco años, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados. Para ellos, un cuadro aparentemente benigno puede convertirse rápidamente en una infección pulmonar grave que requiere atención médica inmediata. La velocidad de la progresión y la gravedad de las consecuencias hacen imprescindible la prevención.
Para mitigar el riesgo de contagio, el Dr. Torres Flores, especialista en enfermedades infecciosas, recomienda un conjunto de medidas preventivas sencillas pero efectivas:
- Estornudo de etiqueta: Cubrirse la boca y la nariz con el codo al toser o estornudar.
- Higiene de manos: Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, o utilizar gel antibacterial.
- Uso de cubrebocas: Especialmente importante si se presentan síntomas de infección respiratoria.