La reciente conferencia de prensa de la presidenta Claudia Sheinbaum, celebrada el 17 de enero de 2025, abordó brevemente este tema, anunciando la creación de un nuevo equipo para revisar las carpetas de investigación. Entre las declaraciones, se mencionó la continua colaboración del Ejército, aunque la información se mantuvo escasa en detalles. El nombre de Andrés Manuel López Obrador, expresidente de México, apareció ligado a cartas previas dirigidas a los padres de las víctimas.
Sin embargo, la falta de datos concretos sobre los avances en la investigación genera inquietud. La "revisión integral" prometida podría ser interpretada simplemente como un cambio de personal, sin abordar el problema central: la falta de transparencia y la sospecha de una posible implicación del Ejército. ¿Es suficiente una nueva revisión de expedientes si las dudas sobre un encubrimiento persisten?
La situación se complica al considerar las detenciones de algunos miembros del Ejército, un hecho que, aunque significativo, no proporciona una respuesta completa a las interrogantes cruciales. ¿Se investigarán a fondo los posibles nexos entre las fuerzas armadas y los responsables de la desaparición? ¿Se llegará a la verdad, o las familias continuarán esperando respuestas durante más tiempo?
La declaración de la presidenta Sheinbaum, aunque destacando la colaboración del Ejército, deja un vacío de información específica que dificulta determinar el verdadero compromiso del gobierno con la resolución del caso. Las preguntas siguen sin respuesta, y la incertidumbre envuelve este trágico suceso, marcando un capítulo complejo en la historia reciente de México. El peso de la verdad, aún pendiente.