Un evento inusual había transformado la esquina del Eje Central Lázaro Cárdenas y el Eje 8 Sur Popocatépetl en un escenario inesperado. En ese punto, una empresa con más de un siglo de historia, ubicada en la alcaldía Benito Juárez, fue desalojada. La acción, llevada a cabo por personal que se identificó como perteneciente a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), dejó tras de sí un rastro sorprendente: cientos de cajas con productos para el cuidado del calzado desparramados en la calle.
La escena que se presentó fue caótica. El desalojo, realizado durante la noche del viernes 17 de enero, provocó que toneladas de mercancía quedaran a la intemperie, a merced de quienes pasaban por el lugar. “Inicialmente, fueron personas que se encontraban cerca quienes aprovecharon la situación”, comentó un testigo anónimo, quien prefirió no dar más detalles por miedo a represalias.
La respuesta de la empresa no se hizo esperar. Para recuperar lo que se pudo de su mercancía, maquinaria y mobiliario, se contrataron cargadores, camiones y tráileres que trabajaron durante toda la madrugada. El esfuerzo logró minimizar las pérdidas, pero no evitó la imagen de desorden y rapiña que quedó impresa en la memoria de los vecinos.
Al amanecer, la zona presentaba un panorama desolador. La cantidad de basura acumulada era considerable, un triste recordatorio de los sucesos de la noche. Hasta el momento, ni las autoridades ni representantes de la empresa involucrada han emitido algún comunicado al respecto, dejando a la comunidad con interrogantes sobre las razones del desalojo y el futuro de este negocio histórico.
El incidente ha generado diversas reacciones entre los habitantes de la zona, quienes expresan preocupación por la seguridad y la falta de información oficial sobre lo sucedido. La situación destaca la vulnerabilidad de los negocios ante situaciones legales complejas y la oportunidad que estas pueden representar para quienes buscan aprovecharse del desorden.