El tráfico se desvió, las escuelas suspendieron clases, y una atmósfera de tensión se apoderó del ambiente. Fue en este contexto que se desató la noticia: un operativo conjunto del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado dio como resultado el descubrimiento de un centro de monitoreo clandestino en la zona residencial de Las Quintas. Este espacio, descrito por las autoridades como un "cuarto de guerra", operaba como un C4 no oficial, equipado con tecnología de punta.
Dentro del inmueble, las autoridades encontraron pantallas que transmitían imágenes en tiempo real de diferentes puntos estratégicos de la ciudad. Esto permitía a los delincuentes, dos de los cuales fueron detenidos, un monitoreo constante de sus actividades y el entorno, facilitando la posible coordinación de acciones ilícitas. Además del sofisticado sistema de vigilancia, se aseguró armamento de alto poder, lo que intensifica la gravedad del hallazgo.
El Secretario General de Gobierno, Feliciano Castro Melendrez, confirmó la operación, pero se limitó a señalar que forma parte de las acciones continuas contra la delincuencia organizada, sin ofrecer mayores detalles sobre el operativo o la identidad de los detenidos. El área quedó bajo resguardo de las autoridades federales, mientras las investigaciones continúan su curso. El operativo involucró el bloqueo de vialidades, incluyendo el puente que conecta con Isla Musalá, causando importantes afectaciones al tráfico vehicular durante varias horas.
La magnitud del descubrimiento sugiere una red de vigilancia sofisticada que operaba en secreto, generando incertidumbre sobre el alcance de sus actividades y el impacto que su desarticulación tendrá en la seguridad de la ciudad.