En el corazón de este desafío se encuentra el Cuerpo de Bomberos de Tijuana, que actualmente opera con 360 bomberos. Según el titular del departamento, Rafael Carrillo, se requiere un mínimo de 900 a 1000 bomberos para cubrir las necesidades de la ciudad. Esto significa un déficit alarmante de aproximadamente 200 elementos.
“Cada día la ciudad crece, cada día es más población, es más afectada la movilidad, son factores que a nosotros nos limitan para poder atender lo más pronto las respuestas, sin embargo, damos el extra para poder cumplir con la ciudadanía que al final nos debemos a ella,” explicó Carrillo.
A pesar de la considerable brecha, hay un rayo de esperanza. El 1 de febrero se incorporarán 60 nuevos bomberos a las filas, un paso significativo gracias a la voluntad política de la actual administración. Esta misma voluntad se refleja en la autorización inmediata de la compra de tres nuevas unidades para el cuerpo de bomberos.
Carrillo también destacó la importancia de fortalecer las infraestructuras existentes. Se requiere un reforzamiento de cuatro estaciones con la adición de dos pipas en cada una de ellas, para una mejor respuesta a las emergencias. El crecimiento a futuro contempla la construcción de tres nuevas estaciones, aunque este proyecto se considera a más largo plazo que el fortalecimiento de las existentes.
La necesidad de inversión es considerable, tanto en personal como en infraestructura. La expansión planificada, aunque ambiciosa, busca asegurar un servicio eficiente y oportuno a la creciente población de Tijuana. El fortalecimiento del cuerpo de bomberos se presenta como un paso crucial en la construcción de una ciudad segura y preparada para el futuro.