En medio de este panorama económico, la mandataria Claudia Sheinbaum Pardo ha expresado su postura sobre la situación de los migrantes mexicanos en Estados Unidos. Sheinbaum rechazó enérgicamente las redadas y la criminalización de los migrantes, afirmando: “No estamos de acuerdo con llamarle a un migrante delincuente. Tampoco estamos de acuerdo con redadas...”
Un anuncio que ha generado optimismo es la iniciativa de 50,000 empleos ofrecidos por empresarios mexicanos a connacionales deportados de Estados Unidos. Este programa, según Sheinbaum, representa un apoyo significativo a quienes regresan al país, ya sea voluntariamente o por deportación. La jefa de gobierno se mostró complacida con esta colaboración entre el sector privado y el gobierno, afirmando que es una muestra de la solidaridad nacional.
La iniciativa privada no solo se limita a este programa de empleo. Nestlé, por ejemplo, anunció una inversión de mil millones de dólares en los próximos años en México, lo cual implicará la generación de numerosos empleos y un impulso a la derrama económica. Este tipo de inversiones, según Sheinbaum, son un reflejo de la solidez de la economía mexicana.
Sheinbaum también destacó la creciente red de apoyo a los migrantes mexicanos en Estados Unidos, incluyendo empresarios y ciudadanos estadounidenses que reconocen el valor del trabajo de los connacionales. "La red está llena de empresarios y ciudadanos estadunidenses reconociendo el trabajo de nuestros compatriotas. Eso me dio mucho gusto, habla de la voluntad que hay," comentó.
El gobierno ha establecido una red de apoyo para los migrantes mexicanos que incluye consulados y una amplia red de abogados. Sheinbaum enfatizó el compromiso del gobierno con el bienestar de los mexicanos, independientemente de su ubicación geográfica. Se mencionó la posibilidad de invitar a los empresarios participantes a una conferencia pública o a la "mañanera" en Palacio Nacional para celebrar este anuncio.
Más allá del impacto inmediato de estos programas, la situación económica general y el apoyo del sector empresarial a los connacionales deportados se presentan como factores relevantes para la política migratoria y el desarrollo del país.