En el centro de la tormenta se encuentra la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, quien enfrenta la amenaza de aranceles del 25% a productos mexicanos impuesta por el presidente estadounidense, Donald Trump. Trump argumenta que México es demasiado permisivo con el flujo migratorio y el tráfico de fentanilo, una situación que, según él, requiere una respuesta contundente. “Migrante es sinónimo de delincuente,” afirma el mandatario estadounidense, ignorando las estadísticas que contradicen su afirmación.
Para evitar una catástrofe económica —una posible recesión para México— Sheinbaum ha logrado una extensión del plazo para negociar hasta el 4 de marzo. Sin embargo, esta tregua tiene un precio: la militarización de la frontera.
10,000 efectivos, principalmente del Ejército y la Guardia Nacional, han sido desplegados a lo largo de los 3,000 kilómetros de frontera, divididos estratégicamente en 18 municipios de seis estados: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. La presidenta Sheinbaum aclaró: “Es un despliegue que no deja sin seguridad al resto del país; estamos hablando de 120,000 elementos de la Guardia Nacional.”
La distribución de las tropas es la siguiente:
- Baja California: Tijuana (1,949), Tecate (500), Mexicali (561)
- Sonora: Nogales (564), San Luis Río Colorado (550), Sonoyta (500), Agua Prieta (373)
- Chihuahua: Ciudad Juárez (1,650), Puerto Palomas (500), Ojinaga (470)
- Coahuila: Ciudad Acuña (460), Piedras Negras (557)
- Nuevo León: Colombia (623)
- Tamaulipas: Nuevo Laredo (207), Ciudad Mier (186), Playa Bagdad (94), Reynosa (135), Matamoros (121)