Recientemente, el gobierno del estado de Morelos ha expresado su profunda inconformidad con el proceso de deportación implementado por el gobierno estadounidense. La gobernadora Margarita González encabezó la denuncia, señalando un total de 70 migrantes morelenses retornados a México.
El punto central de la controversia radica en la manera en que estos migrantes fueron tratados durante su repatriación. Según la gobernadora González, "No nos gustó la manera como los trajeron. No estamos de acuerdo en la manera en que los han tratado, queremos que sea una repatriación digna". Su llegada al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), esposados, generó indignación y preocupación en el gobierno estatal.
Morelos, según las declaraciones de la gobernadora, está comprometido con la reinserción social de los migrantes deportados. "Son nuestros hermanos y los queremos mucho", afirmó, destacando el apoyo que el estado brinda para su atención y reincorporación.
Este caso de Morelos se suma a otras denuncias similares en la región. Colombia, bajo la presidencia de Gustavo Petro, llegó incluso a rechazar vuelos de deportación, generando una tensión diplomática con Estados Unidos. De igual manera, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reportó a finales de enero dos casos de presuntas violaciones a los derechos humanos de migrantes deportados, uno de ellos una mujer guatemalteca y otro un mexicano, quienes relataron haber sufrido "violación a sus derechos humanos" durante el proceso.
El gobierno de Morelos, a través de sus acciones y declaraciones públicas, busca visibilizar la problemática y exigir un trato más humano y respetuoso para los migrantes mexicanos deportados de Estados Unidos.