Una llamada anónima al 911, alertando sobre un hallazgo macabro, puso en movimiento a las autoridades. Sobre la calle Pirul, esquina con Monte Azul, junto a un edificio de cuatro pisos –un edificio que, según algunos vecinos, fue escenario de un violento ataque armado meses atrás–, encontraron algo que nadie quería ver. Un cuerpo, envuelto en una cobija oscura, yacía en la oscuridad. La escena, inmediatamente acordonada, indicaba un crimen violento.
La víctima, identificada horas más tarde por sus familiares, resultó ser Jorge Sócrates, de 48 años, un agente activo de la Policía Municipal de Culiacán. Jorge, según los reportes, residía en la colonia Bachigualato y se desempeñaba en la vigilancia del velódromo del Parque 87. Su trabajo, aparentemente rutinario, se vio trágicamente interrumpido.
El descubrimiento no solo incluyó el cuerpo sin vida de Jorge Sócrates. A un costado, los agentes encontraron una cartulina verde fosforescente. Su contenido, según fuentes oficiales, forma parte de la investigación y aún no se ha hecho público. "Por el momento, no podemos revelar la información contenida en la cartulina para no entorpecer la investigación", declaró un portavoz de la Secretaría de Seguridad Pública.
Las autoridades, incluyendo elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, acudieron al lugar para resguardar la zona y comenzar la ardua tarea de investigar las circunstancias de la muerte de Jorge Sócrates. La causa exacta de su deceso aún se desconoce, pero la manera en que fue encontrado –envuelto en una cobija, con un mensaje amenazante– apunta a un asesinato planificado.
Mientras la investigación avanza, la colonia Montebello se encuentra conmocionada por el trágico evento. La muerte de Jorge Sócrates representa no solo una pérdida personal para sus familiares y amigos, sino también un duro golpe para la comunidad y para la corporación policial de Culiacán.