Operativo Frontera Segura: Tensión en Tijuana-San Diego por Fentanilo
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Aumenta la presencia de elementos uniformados, el movimiento de vehículos es más lento, y la atmósfera se ha cargado de una expectativa inusual.
El foco de atención: el fentanilo. Este potente opioide sintético, responsable de miles de muertes en Estados Unidos, es el protagonista silencioso de un operativo a gran escala en la garita internacional de Otay. Se trata del "Operativo Frontera Segura", una iniciativa conjunta entre México y Estados Unidos, impulsada por un acuerdo entre la Presidenta Claudia Sheinbaum y el expresidente estadounidense Donald Trump.
La Guardia Nacional, con el apoyo de 10,000 militares desplegados a lo largo de la frontera, está llevando a cabo rigurosas inspecciones vehiculares. Perros entrenados en la detección de narcóticos son pieza clave en este operativo, según información de la AFP. Fuentes internas de la Guardia Nacional, que pidieron el anonimato, confirmaron que el fentanilo es el objetivo principal de estas acciones.
El acuerdo bilateral, que evitó la imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas, ha generado opiniones divididas entre los residentes de Tijuana. Carlos Gallego, un agente de bienes raíces, expresó su apoyo a las medidas: "Qué bueno que están haciendo estas inspecciones," dijo, resaltando la importancia de prevenir el tráfico de fentanilo. Por otro lado, Bryan León, trabajador en San Diego que reside en Tijuana, también ve positivamente el refuerzo de seguridad, considerando que beneficia a ambos países.
Sin embargo, no todos comparten este optimismo. Algunos ciudadanos ven en el despliegue militar un acto político, superficial, que no ataca las raíces del problema del narcotráfico ni la migración irregular. Las opiniones son diversas, complejas y reflejan una realidad fronteriza multifacética.
El operativo, según comunicados oficiales de la Guardia Nacional, se extenderá por los próximos 30 días. La magnitud del despliegue y su duración reflejan la gravedad de la situación y la determinación de ambas naciones para combatir el tráfico de fentanilo.
El flujo constante de vehículos, las miradas inquietas y la presencia militar constante conforman una nueva realidad en la frontera, un recordatorio silencioso de la lucha contra un enemigo invisible, pero letal.