Aunque inicialmente pueda parecer una anécdota aislada, la historia esconde un trasfondo de maltrato animal y una denuncia formal ante la Fiscalía. El centro de la controversia: un grupo de gallos, gallinas y pollos que terminaron en un camión de basura.
"La señora era servidora pública, se supone que ella es de Protección Animal y sin embargo pues le habló al carretón de basura, empezaron a aventar los animales a la basura...", relata Ana, una testigo presencial, describiendo la escena como "burlesca". Otra vecina, Lizbet, añadió: "Tenemos muchos años viviendo aquí y pues la verdad nunca habíamos tenido problemas sobre los animales... Se supone que es para que ella ayude y lo que hizo no está bien". La tranquilidad de la colonia se vio interrumpida por este incidente, inusual en la zona.
Juan Carlos Cedillo, el dueño de aproximadamente 39 aves, es quien presentó la denuncia formal. La pérdida de sus animales, muchos de ellos gallos de crianza, representa un golpe significativo. "Yo sí quisiera que me pagara los daños... sin poder hacer nada, más que nada por todos los años que ha pasado uno para sacar esos bonitos gallos que saqué y que no vuelvo a verlos... fueron como 15 gallos, y gallinas y todo", expresa con frustración.
La funcionaria involucrada, cuyo nombre aún no se ha hecho público oficialmente, habría ofrecido 5,000 pesos como compensación. Una suma insuficiente para Cedillo, quien estima las pérdidas, solo en gallos, en alrededor de 50,000 pesos. La diferencia entre la oferta y la demanda refleja la magnitud del conflicto y la complejidad de la situación legal.
Los detalles de la investigación y las posibles sanciones aún están pendientes. Mientras tanto, la historia sirve como un recordatorio sobre la importancia de la responsabilidad de los servidores públicos y la necesidad de una adecuada protección animal.