Lenguas indígenas de México: Un patrimonio en riesgo de desaparecer
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El Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) reporta que 7 millones de mexicanos hablan una lengua materna distinta al español, distribuidas en 68 lenguas pertenecientes a 11 familias lingüísticas. Sin embargo, la alarmante cifra de pérdida del 40% de hablantes en la última generación, revelada por la subsecretaria de Ciencias y Humanidades, Violeta Vázquez Rojas, plantea un desafío urgente.
Vázquez Rojas señaló que en 1900, el 15.4% de la población hablaba una lengua indígena; cifra que descendió a 6.2% en 2020. “Las nuevas generaciones ya no adquieren las lenguas de sus padres y madres, desplazándose a favor del español,” explicó durante una conferencia en el Día Internacional de las Lenguas Maternas. Ocho lenguas se han perdido completamente, y otras con millones de hablantes, como el maya y el náhuatl, enfrentan tasas de pérdida entre 50% y 65%.
La discriminación lingüística juega un papel crucial en este declive. Según datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), el 28% de la población indígena ha sufrido discriminación, y el 31.4% de estos casos se atribuyen al uso de su lengua materna. Esta realidad se refleja en los testimonios de quienes luchan por mantener vivas sus lenguas.
Guadalupe Arredondo, jefa de patrimonio intangible en la Secretaría de Cultura de Jalisco, destaca la importancia de iniciativas como los talleres infantiles en lenguas originarias y la promoción de la poesía en náhuatl, mixteco y wixárika. “Hay lenguas como el kiliwa, con pocos hablantes, donde la transmisión de conocimiento se dificulta por el cambio de contexto y el acceso a la tecnología,” comenta Arredondo, resaltando el peligro de extinción que enfrentan.
Bernardina Ramírez, hablante de mixteco de Oaxaca, comparte su experiencia impulsando un proyecto de teatro para visibilizar la discriminación y difundir su lengua a través de lecturas de poesía. “La forma en cómo uno mismo lo ve, es como lo haces visibilizar; si uno se siente orgulloso, no hay tanta discriminación,” afirma Ramírez, enfatizando la importancia del orgullo cultural en la lucha contra la discriminación.
Diversas estrategias, desde talleres infantiles hasta proyectos teatrales, buscan contrarrestar la pérdida de estas lenguas, pero el desafío requiere un esfuerzo conjunto que trasciende las iniciativas individuales, abarcando políticas públicas efectivas y una transformación social que valore y respete la riqueza lingüística de México.