Masacre en Culiacán: Menor de 14 años muere en ataque armado

El pasado 24 de febrero, la violencia irrumpió con brutalidad en la colonia Adolfo Ruiz Cortines. Un ataque armado en el autolavado “El Milagro”, ubicado en la calle General Rosendo Rodríguez, dejó un saldo trágico. Carlos Felipe, de apenas 14 años, perdió la vida en medio del tiroteo.
Según testimonios recogidos por el medio Ríodoce, al menos dos vehículos con un comando armado llegaron al establecimiento poco antes de las dos de la tarde. Los sicarios abrieron fuego indiscriminadamente. El objetivo principal parece haber sido el secuestro de un hombre conocido como "El Gordito", quien se encontraba en el lugar con tres jóvenes, entre ellos dos menores de edad.
Además de Carlos Felipe, Juan Carlos (22 años) también falleció a causa de las heridas de bala. Otro joven, Alejandro (16 años), resultó herido y fue trasladado a un hospital para recibir atención médica. La escena fue rápidamente asegurada por elementos de la Policía Municipal, Estatal Preventiva, la Cruz Roja y el Ejército Mexicano, mientras se esperaba la llegada de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Este lamentable suceso no es un hecho aislado. Se suma a una alarmante estadística: más de 30 menores de edad han perdido la vida en Sinaloa en los últimos cinco meses, reflejo de la creciente ola de violencia que azota la región. El caso de Luis Uriel, un joven de 16 años cuyo cuerpo desmembrado fue encontrado una semana antes en las inmediaciones del campo El Diez, al sur de Culiacán, lo confirma.
El hallazgo de Luis Uriel, junto al cuerpo de otro hombre ejecutado, se registró sobre la carretera Culiacán-Eldorado. Los restos del menor permanecieron en el Servicio Médico Forense (Semefo) hasta el 23 de febrero, cuando sus familiares lo identificaron y reclamaron.
Estos eventos dejan al descubierto la grave situación de inseguridad que enfrenta Sinaloa, impactando de manera profunda en la vida de sus jóvenes y sus familias. La necesidad de acciones contundentes para frenar la violencia y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos es evidente.