8M: médicas en México exigen reconocer el aborto como un derecho

Este año, en el marco del 8M, la voz del personal médico ha tomado un protagonismo crucial. Médicas como la Dra. Karla Figueroa, fundadora de Gineclinic, han denunciado la persistencia del estigma en instituciones de salud, incluso en la Ciudad de México, donde el aborto está despenalizado hasta las 12 semanas desde 2007. “Muchos prefieren no brindarlo, declararse objetores de conciencia o retrasar el servicio”, afirma Figueroa, describiendo la problemática que enfrentan las mujeres al buscar atención médica.
La Dra. Figueroa no está sola. La Dra. María Eréndira Itami Sordo, del ISSSTE y miembro de la red Salvemos Miles de Vidas, coincide en la necesidad urgente de capacitación y sensibilización para el personal médico. “Ninguna mujer tendría que morir por no tener un aborto seguro”, alerta. Esta falta de acceso seguro lleva a muchas mujeres a buscar alternativas riesgosas, poniendo en peligro sus vidas.
El problema no se limita a la capital. En Michoacán, estado donde recientemente se despenalizó el aborto, la psicóloga Guadalupe Monserrat Cárdenas Cruz resalta la importancia de abordar el tema desde la formación universitaria: “Desde las universidades, el aborto debe tratarse como un servicio de salud, con una visión de salud pública y de derecho.”
Aunque existen avances, como la implementación de la primera sala ‘Código Mariposa’ en el IMSS de Guadalajara por la Dra. Georgina Díaz Orozco, la realidad es compleja. Como señala la Dra. Díaz Orozco, “de nada sirve tener servicios de calidad en algunas ciudades si persisten historias de terror” debido al estigma.
Un punto clave en el debate es la limitación de plazos para el aborto. Las especialistas coinciden en que los plazos impuestos ponen en mayor riesgo a las mujeres más vulnerables, obligándolas a recurrir a procedimientos inseguros ante la falta de acceso oportuno. Figueroa lo resume con contundencia: “Las personas que legislan crean estas leyes desde sus prejuicios… consideraran que 12 semanas es el momento ideal, cuando sinceramente, es exactamente lo mismo interrumpir un embarazo más allá de las 12, 13, 14 semanas… las conexiones neuronales se establecen hasta las 24 semanas”.
La situación exige una transformación profunda, que va más allá de la legislación. Se necesita un cambio cultural que priorice la salud y los derechos de las mujeres, garantizando el acceso a servicios seguros y sin prejuicios en todo el país.