Repunte de tosferina y sarampión en México: alerta por baja vacunación infantil

El foco de atención se centra en el aumento de casos de tosferina y sarampión. Según datos oficiales de la Secretaría de Salud federal, se han confirmado 288 contagios de tosferina y 43 de sarampión, muchos de estos últimos importados. Estas cifras, aunque preocupantes, no deben generar pánico, sino impulsar una acción colectiva.
La Dra. Roxana Trejo, gerente de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria del Centro Médico ABC, ha destacado la relación entre el incremento de casos y la "baja de apego en la vacunación", un problema agudizado durante y después de la pandemia de COVID-19. Su análisis aporta luz a la situación: “En el tema de tosferina y sarampión y del incremento que se está teniendo, hay un tema importante que sucedió en la pandemia de COVID-19 y es esta baja de apego en la vacunación, de deficiencia en contar con las vacunas por haberse enfocado en las que estaban destinadas contra el SARS-CoV-2”.
El Observatorio Mexicano de Vacunación presenta datos alarmantes: solo el 8.8% de los niños menores de dos años están completamente vacunados. Si bien la cifra aumenta al 25% en menores de tres años y al 36.3% en los de cuatro, la realidad es que menos de la mitad de la población infantil está adecuadamente protegida, según su último reporte de diciembre de 2024. Esto deja a muchos niños vulnerables ante estas enfermedades prevenibles.
Como respuesta, la Secretaría de Salud ha anunciado la reanudación de las Semanas Nacionales de Vacunación el próximo mes, un programa vital que había sido interrumpido por la pandemia. Sin embargo, la Dra. Trejo señala otro factor clave: la "disminución de la vigilancia epidemiológica" posterior a la pandemia, lo que dificultó la detección temprana de casos y la contención de brotes. La tosferina, una infección bacteriana con alto riesgo de hospitalización y mortalidad en menores de cinco años, se presenta con síntomas como problemas respiratorios, tos persistente y fatiga, exigiendo una detección temprana crucial.
La experta enfatiza la importancia de la detección temprana y el acceso a atención médica especializada. Señala que “Estas enfermedades de transmisión pueden ser de transmisión de contacto o también por bioaerosoles y es un tema que nos pone a todos en riesgo”, subrayando la naturaleza contagiosa de estas enfermedades y la necesidad de una respuesta coordinada.
La pandemia, aunque dejó una huella negativa, también nos enseñó lecciones valiosas que deben guiar nuestras acciones presentes y futuras en materia de salud pública. El refuerzo de la vacunación y una vigilancia epidemiológica robusta son pilares fundamentales para proteger a la población más vulnerable.