Sheinbaum rechaza aranceles de Trump y defiende integración automotriz México-Estados Unidos

En días recientes, la Presidenta Claudia Sheinbaum ha salido a escena para abordar una situación específica: los nuevos aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos a la industria automotriz. Esta decisión, anunciada por Donald Trump el 26 de marzo, implica un arancel del 25% a todos los automóviles importados, una medida que ha generado incertidumbre en los mercados y preocupación en el sector automotriz mexicano.
Sheinbaum, en conferencia de prensa el 28 de marzo, reafirmó el desacuerdo del gobierno mexicano con esta “decisión unilateral”. Señaló que la medida afecta directamente la profunda integración de la industria automotriz entre México y Estados Unidos, un proceso de décadas que ha generado millones de empleos en ambos países. Señaló la cifra contundente: “El año pasado se exportaron cerca de 2.5 millones de vehículos de México a EEUU.”
La mandataria mexicana enfatizó la importancia del T-MEC como herramienta para la competitividad de Norteamérica frente a otras potencias económicas como China. Destacó la compleja cadena de producción, donde México y Estados Unidos se complementan: “aquí se fabrican autopartes, allá se les incorpora otro producto y después vienen a México otra vez; en algunos casos el vehículo completo se arma en EEUU y en otros en México.” El impacto de estos aranceles, según Sheinbaum, no solo afecta la integración comercial, sino que pone en riesgo empleos en ambos países.
Las conversaciones entre ambos gobiernos continúan, con la expectativa de una resolución antes del 2 de abril, fecha de entrada en vigor de los aranceles. La situación permanece tensa, mientras se espera la respuesta definitiva de Estados Unidos ante las preocupaciones planteadas por México. La incertidumbre rodea el futuro de la industria automotriz, un sector clave para la economía mexicana, generando especulaciones y análisis entre expertos y la población.
El impacto de estas medidas trasciende a las cifras económicas, afectando directamente la vida de miles de trabajadores y familias ligadas a la industria automotriz. La situación mantiene en alerta a México, esperando una pronta resolución que favorezca la estabilidad económica y la generación de empleos.