Claudia Sheinbaum y el pacto México-EE.UU.: El tráfico de armas, ahora prioridad bilateral

Los detalles del convenio revelan una estrategia de dos frentes: operativos conjuntos en puntos clave de la frontera y acceso a tecnología de punta. México podrá utilizar sistemas de rastreo balístico empleados por agencias estadounidenses, una herramienta que permitirá seguir el camino de cada arma ilegal hasta su origen. "No se trata solo de interceptar cargamentos, sino de cortar las redes desde la raíz", explicó un asesor de seguridad presente en las negociaciones.
Entre los compromisos adquiridos, destacan revisiones sorpresa a armerías cercanas a la frontera y la creación de una base de datos compartida sobre patrones de tráfico. Aunque las autoridades evitan dar cifras concretas, estimaciones preliminares sugieren que el 70% de las armas incautadas en crímenes graves durante el último año procedían de Estados Unidos.
Mientras el equipo de seguridad de Sheinbaum prepara la próxima reunión bilateral, en Washington ya circulan documentos que describen este acuerdo como "el esfuerzo más ambicioso contra el tráfico de armas en la historia reciente de Norteamérica". Sin embargo, entre los pescadores de Mazatlán que escucharon el discurso presidencial, las dudas persisten: saben que entre el papel y la realidad suele haber un trecho peligroso.