Phoenix, Az
Más de 12.2 millones de latinos podrían votar en la elección presidencial del martes próximo, una cifra histórica con un aumento de más del 20 por ciento respecto a 2008, pero apenas la mitad de los 24 millones calificados para votar.
El director de la Asociación Nacional de Latinos Electos y Designados (NALEO), Arturo Vargas, dijo que su organización proyecta que ya se han inscrito 14 millones de latinos para votar y se espera una gran participación para “ampliar el acceso” de los hispanos a distintos programas.
Vargas sostuvo que dentro del Partido Republicano hay una “guerra civil” entre los que favorecen una reforma migratoria y los que apoyan medidas más punitivas contra unos 11 millones de inmigrantes indocumentados que residen en el país.
Tanto el presidente Barack Obama, quien busca la reelección, como su rival republicano Mitt Romney, “necesitan el voto latino” en estados clave como Florida, donde mantienen una contienda muy reñida, y los hispanos también marcarán la diferencia en Colorado, Nuevo México y Nevada, aseveró.
Señaló que la economía y la creación de empleos siguen siendo la prioridad entre todos los electores, pero que las encuestas también muestran que los latinos tienen la inmigración y la educación en su lista de prioridades.
Manifestó que varios candidatos latinos figuran en comicios estatales y locales, lo cual puede dar un mayor impulso a la importancia del voto hispano, a lo que se agrega un incremento en el número de legisladores en la Cámara de Representantes federal.
De acuerdo con proyecciones de NALEO, los votantes latinos serán 8.7 por ciento del electorado nacional en 2012, incluyendo 16.7 por ciento en Arizona, el 11 por ciento en Colorado, 13.9 por ciento en Florida, el 33.8 por ciento en Nuevo México y 13.5 por ciento en Nevada.
El director de la organización pro-inmigrante America’s Voice, Frank Sharry, manifestó que el voto latino será clave, pero que es necesario continuar con las movilizaciones para lograr una reforma migratoria integral.
Señaló que la prioridad ahora son las medidas con el Congreso para evitar que la economía caiga en el llamado precipicio fiscal cuando expiren los recortes tributarios y el gasto público a comienzos del próximo año, tras lo cual el tema de inmigración se puede convertir en prioridad.