Phoenix
Un hombre quien fue declarado culpable de la compra y el transporte de armas de fuego mientras trabajaba para un grupo de narcotraficantes mexicanos fue sentenciado el 12 de diciembre a una condena de 57 meses tras las rejas durante una comparecencia ante el Tribunal Federal del Distrito de Phoenix.
Se trata de Jaime Ávila Jr., de 25 años de edad, quien fue acusado de comprar y contrabandear 52 armas de fuego, intentando distribuirlas entre narcotraficantes de México, pues dos de las armas, de calibre grueso, fueron descubiertas por el campo alrededor del municipio de Nogales, Arizona donde se registró la muerte de Brian Terry, el agente federal del Border Patrol, quien falleció después de ser baleado en un tiroteo entre agentes federales estadounidenses y cinco sujetos, quienes habían entrado al país ilegalmente buscando robar contrabandistas de narcóticos ilícitos. Leyes federales sobre la compra y venta ilegal de armas de fuego prohibían acusar a Ávila de la muerte del agente Terry, y las autoridades han señalado de la detención de otros cinco sujetos quienes actualmente enfrentan cargos en ese caso. Ávila quien pertenecía a una pandilla dedicada servir un grupo de narcotraficantes del estado de Sinaloa expresó remordimiento mientras que dirigía palabras al tribunal, y envió condolencias a la familia Terry (la familia del agente federal difunto).