El arte de vender cobijas . Échale otra y otra

Humor, capacidades de improvisación y negociación caracterizan a los ‘cobijeros’ de la calle Reforma

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Nogales.

Humor, capacidades de improvisación y negociación caracterizan a los ‘cobijeros’ de la calle Reforma.
Las conocidas y tradicionales promociones que realizan algunos cobijeros” son prácticamente exigidas por potenciales clientes, quienes acuden a la Feria del Hueso a comprar sus productos y a pesar de tener los precios a la vista, les piden que hagan su singular dialogo de ventas.
Uno de estos vendedores que se encuentran ubicados en las inmediaciones de los panteones Nacional y Anexo de la calle Reforma, explica que su profesión le exige voz y humor, capacidades de improvisación y negociación, para poder vender su producto.
Para ello, Daniel Gutiérrez Gutiérrez, quien tiene veinte años dedicándose a la venta de cobijas en las ferias, entra en acción por periodos de media hora y una vez que va a su descanso se enjuaga la boca y garganta con una solución de agua e isodine.
Hay veces que la gente llega y mira las cobijas a su alcance, con precios a la vista y todo, pero ellos quieren que uno se las ofrezca verbalmente, que negociemos de la forma que nos caracteriza y pues al cliente lo que pida”, comentó Gutiérrez.
Entrevistado por la mañana de este miércoles y con voz ronca” contestando las preguntas del reportero, insiste que debe cuidar su garganta, porque es su principal herramienta de trabajo, ya que habla por horas en su labor, en muchas ocasiones hasta por espacios de doce horas.
Tenemos que promocionar esto, explicar a la gente cómo está la cúpula del mercado y ofertas y uno va desglosando los descuentos y lo importante es transmitirle a la gente la posibilidad de compra”, dijo.
Agregó que después es una facilidad hacerle quedar claro que si hay un artículo, por ejemplo un cobertor que está anotado a 700 se lo deja en 580 pero si le paga 600, se lleva otro y otro.
El comerciante oriundo de Apizaco, Tlaxcala comentó que el lunes pasado inició su labor a las 11:00 horas y así continuó casi hasta la media noche, donde entre negociaciones, anuncios de ofertas y bromas para desestresar al cliente vendía sus productos.
Dijo que este año ha estado tranquilo y que la venta va saliendo pero poco a poco, que de hecho el sistema de este negocio tiene años, entre unos 30 o 40 años, pero en su caso es el primer año que visitan Nogales.
La estancia ha sido muy buena, con mucha seguridad y sin ser objeto de robos de producto, además de que mucha gente sigue la tradición de ir a comprar cobijas cuando se acaba la feria, ya que espera que se rebajen los precios”, opinó Gutiérrez.
El comerciante ejemplificó que la gente como que se queda después de la tradición, que después del evento vienen al remate y ellos les dan precio, ya que ni modo de devolverse con la mercancía a sus lugares de origen.

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