Respetan comercios precio de la tortilla afirma PROFECO

Nogales.

En Nogales a la fecha no se han presentado quejas ni denuncias formales.
El precio de la tortilla de maíz en Nogales se mantiene regulado y no genera quejas de en los consumidores a diferencia de municipios como Hermosillo, ejemplificó el delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor en esta frontera, Gustavo Ibarra Rodríguez.
Lo anterior luego de que en semanas pasadas y por incrementar los precios de la tortilla sin justificación la dependencia colocara sellos de suspensión en tres establecimientos en la capital sonorense, donde el kilo registró su máximo de 24 pesos, los valores más altos a nivel nacional.
Tuvimos conocimiento de precios exorbitantes de la tortilla, pero hay que aclarar que no tenemos un poder para sancionar a los comerciantes, aquí es cuestión de que si el consumidor en su momento quiere comprar y se tope con un precio alto, no es correcto de que algún negocio maneje algún costo más alto al que se maneja en la mayoría de los negocios”, comentó Ibarra Rodríguez.
El delegado de la Profeco en Nogales añadió en ese sentido que si alguien hace alguna denuncia o llama a la Profeco, personal de la oficina puede acudir al negocio para dialogar y solicitarle a los propietarios, sin sancionarlos, que consideren bajar el precio y se equipare a la mayoría de los negocios.
Agregó que a la fecha no se han presentado quejas ni denuncias formales, solamente hace un mes una persona se quejó de los precios, donde se acudió a la tortillería señalada, respondiendo el propietario que con gusto buscarían la manera de bajar el costo al público y desde entonces no se han registrado más quejas.
En Nogales se mantienen estables los precios en la mayoría de los comercios, a diferencia de Hermosillo, donde supuestamente sí han tenido costos de entre los 18 a los 20 pesos”, comentó.
Ibarra Rodríguez agregó que en esta frontera varía el precio ofrecido por kilo de tortilla, entre doce a catorce pesos, incluso en centros comerciales de cadenas nacionales es más barato todavía.
Ejemplificó que se puede considerar que es un abuso cuando el valor es superior a los 14 ó 15 pesos por kilo, pero es el consumidor quien decide dónde comprarlo.
Profeco no regula los precios, por eso es decisión de qué precio dar y lógico, también decisión de los consumidores dónde compran el producto”, concluyó.