Cervecería Argova; el otro rostro de la cuarentena

En Sonora se dictó un Decreto de Emergencia que estableció que toda actividad no esencial debía parar. Establecimientos relacionados a la cadena de alimentos fueron considerados como esenciales, entre ellos los expendios de cerveza.

Luego de una intensa presión social, como una medida complementaria al Decreto, la Secretaría de Hacienda del Estado amplió la prohibición de bebidas con contenido alcohólico a los giros de expendios, que implicó el cierre de mil 431 expendios en Sonora.

Sin bares ni centros de esparcimiento abiertos, tiendas de conveniencia, supermercados y agencias distribuidoras es donde se puede comprar alcohol, pero si se tiene suerte, pues los estantes, en su mayoría, están vacíos y hay largas filas para la adquisición de este producto.

Esta medida entró en vigor el pasado 3 de abril y aún no se sabe hasta cuándo durará.

La escasez de cerveza tiene en apuros a los clientes y a los empresarios de este giro, aunque algunos se han visto beneficiados con la cuarentena obligada y tienen frente a sí una oportunidad para regresar a la jugada”.

Éste es el caso de la micro cervecería local Argova, donde antes de la cuarenta venían enfrentando problemas económicos para salir adelante con el negocio de la cerveza artesanal.

Andrés Vega, propietario de Argova, habla sobre cómo la cuarentena ha reactivado el negocio.

Existe la cultura de la cerveza artesanal en Nogales, pero es muy mínima. Veníamos muy mal en las ventas, tuvimos que enviar el 60 por ciento de la producción a San Carlos, a Caborca, antes de la cuarentena”, dice Andrés Vega.

Pero esto cambió para Andrés y su socio René Garayzar, quienes se vieron favorecidos con el cierre de expendios decretado a nivel estatal como medida preventiva para evitar contagios por coronavirus.

Habíamos tenido ingresos muy bajos, estábamos sobreviviendo, las ganancias eran nulas, no te veías como una empresa que tiene estipulada cinco años, apenas salía para pagar al trabajador”, agrega el emprendedor.

El cierre de negocios no esenciales no aplicó para Cervecería Argova, que entró en la categoría de restaurante, lo que le permite abrir sus puertas unas cuantas horas del lunes a sábado.

A decir el joven emprenderor, actualmente sus antiguos clientes regresan y nuevos acuden en busca de un producto que escasea en la ciudad.

Cuidados en tiempos de pandemia

La cervecería es uno de los lugares más limpios que puedes encontrar, por la gran cantidad de productos de desinfección que se utilizan a diario”, explica Andrés.

Y agrega que constantemente se está sanitizando el mobiliario y los envases que llevan los clientes para evitar cualquier tipo de contaminación.

Con la aplicación de las normas de distancia y una rápida atención buscan en Argova cumplir con lo establecido por las autoridades.

Siempre hemos respetados los reglamentos y más ahora, no queremos que por vender un refill más vayamos a meternos en problemas con Alcoholes”, comenta.

Sus inicios: Nogales Brewing

René Garayzar, ingeniero mecánico, y Andrés Vega, ingeniero en energías, compartían su gusto por la cerveza artesanal, influenciados por la cultura de ésta en Estados Unidos, Mexicali y Barcelona, y un día decidieron asociarse y producir cerveza artesanal.

En 2015 consiguieron un crédito de gobierno para la adquisición de equipo y sería hasta nueve meses después que estarían realizando su primera producción.

Nada de esto fue tan fácil, como otros cerveceros de otras partes. Empezamos con un crédito de gobierno, con un crédito de emprendedores.

Quisimos llamarnos Nogales Brewing para representar a Nogales, pero por ser novatos no nos dimos cuenta que el nombre ya estaba ocupado, porque había en Monterrey un restaurante que se llamaba Los Nogales, y en la misma categoría y lo peleamos con abogado, pero fueron meses de espera”, dice Andrés.

El joven emprendedor señala que existe mucha burocracia, lo cual puede representar un obstáculo.

Para un emprendedor, cómo puedes esperar seis meses o un año a que te respondan si sí o no está ocupado un nombre”, señala.

Y agrega que el obtener una licencia de alcoholes tampoco es un proceso sencillo, de ahí que solo existan cuatro permisos legales para la producción de cerveza artesanal en Sonora.

Nace Cervecería Argova

Al no poder llamarse Nogales Brewing, nace Cervecería Argova. Andrés Vega comenta que sus inicios fueron buenos, pero también han tenido épocas de estancamiento.

Los primeros años la gente nos respondió muy bien. Luego abrimos un bar en la plaza Mística, en el cual iba la gente, íbamos creciendo de buena manera, pero empezaron a pavimentar, rompieron las calles. Eso fue un declive muy malo para nuestro negocio, fueron cuatro o cinco meses con un solo carril, no había acceso, ni estacionamiento.

Nuestras ventas bajaron 75 y 80 por ciento, en un época que teníamos que darnos a conocer, que la gente probara nuestro producto. Hay gente que todavía está peleada con la cerveza artesanal, se les hace muy fuerte, muy cara”, señala.

Apoyo a empresas locales

Sin el apoyo de la comunidad a las empresas locales, éstas no existirían, estima Andrés, para quien es muy importante el que las mismas empresas se apoyen entre sí, estableciendo alianzas y proveedurías en beneficio propio.

Entre las empresas locales es cómo vamos a sobrevivir y sacar los proyectos”, señala.

El joven emprendedor hace un llamado a los jóvenes a que se animen a iniciar sus propias empresas, para lo cual deben aprovechar los diferentes créditos que ofrecen las dependencias gubernamentales.

Sin la intención de querer competir con las empresas cerveceras trasnacionales, Cervecería Argova busca ofrecer a sus clientes algo nuevo, algo con carácter local, sabores que no te esperas en una cerveza”.

Aún no se sabe por cuánto tiempo más estarán cerrados los expendios, ni qué pasará cuando la cuarentena se levante, pero mientras eso sucede la empresa distribuye sus productos entre los nogalenses, saca para la renta del lugar, el salario del trabajador, los créditos pendientes y tiene una oportunidad de seguir y crecer.

Producción de cerveza

Antes de la cuarentena:

• 300 litros

Después de:

• 1000 litros