Claves para elegir los primeros zapatos de tus hijos

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Por otro lado, los zapatos para niños son mucho más que un simple complemento de moda, estos tienen un importante rol en cuanto al desarrollo del pie durante sus primeros años de vida.

Es por ello, que el calzado apropiado no solo va a facilitar su desarrollo psicomotor y favorecer las actividades que suelen realizar los niños diariamente, sino que protegerá sus pies de posibles lesiones.

Sin embargo, si los zapatos de tu bebé no son apropiados podría causarle problemas serios en la marcha y la morfología del pie infantil, para evitar esto te explicamos cuáles son las claves para que elijas los primeros zapatos de tus hijos.

¿A qué edad debería comenzar a utilizar zapatos un bebé?

Al nacer, el pie del bebé es demasiado frágil ya que se encuentra estructurado principalmente por cartílagos y a medida que el bebé va creciendo, su pie va madurando y los huesos se consolidan haciendo que sus estructuras funcionales obtengan forma.

Cuando sea el momento de dar los primeros pasos, el pie se encuentra lo suficientemente desarrollado como para comenzar la marcha, aunque no va a ser hasta alrededor de sus 6 años que logre una fisiología similar al pie adulto, a los 18 o 19 años de vida es que se logra una madurez completa.

Entonces, hasta su primer año de vida, los bebés tienen una gran sensibilidad táctil exteroceptiva en los pies, lo que les ayudará a conocer el mundo que les rodea.

Es por esto que muchos pediatras aconsejan que al menos durante el primer año de vida de un niño, pase la mayor parte de su tiempo caminando descalzo por diversos terrenos para que logre estimular sus reflejos, tonificar los músculos del pie y activar el sentido táctil.

Esto no significa que nuestros pequeños no puedan utilizar zapatos de manera puntual, siempre que éstos sean adecuados.

La edad adecuada para que un bebé comience a utilizar zapatos puede ser bastante confusa, ya que existen zapatos para recién nacidos como también para bebés que gatean.

La cuestión es que los zapatos para bebés recién nacidos tienen una función única: proteger los pies de la humedad, el frío y los golpes, donde lo recomendable son los calcetines o patucos ligeros, preferiblemente de lana o algodón.

En el caso del calzado para bebés que gatean consiste principalmente en proteger el talón y los dedos de posibles golpes. Es recomendable que los zapatos tengan refuerzos externos en el talón o la puntera.

¿Cómo deben ser los zapatos para bebés?

En el calzado para bebés que caminan deben brindarles protección del frío y de los golpes, y también garantizarles transpirabilidad. Por eso, es importante que:

1. Estén confeccionados con un material transpirable.

2. El interior debe ofrecer una holgura de unos 10 mm. de largo, para que pueda mover sus dedos.

3. La puntera debe ser cerrada y redonda, debe contar con un refuerzo para brindarle un extra de protección.

4. La suela debe ser plana, no superar los 3mm o 5mm si tiene tacón y fabricada con un material resistente, pero que sea flexible para que pueda tener una fricción moderada. También que sea anti resbalante.

5. El forro del interior debe ofrecer agarre, para evitar que su pie se deslice dentro del zapato al caminar, aunque debe ser bastante suave y blando, sin costuras para evitar heridas por rozaduras.

6. Si se abrochan sobre el empeine o la lengüeta, mucho mejor; de esta manera su pie va a estar sujeto, pero tendrá movilidad.

7. El contrafuerte en la parte de atrás debe tener contención, pero sin ser muy rígido. Debe llegar por encima de su talón, no más arriba para que su tobillo se pueda flexionar.

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¿Cómo elegir la talla adecuada para tu hijo?

Los zapatos deben adaptarse a la forma del pie del niño y no al contrario, es por esto que elegir la talla apropiada para tu hijo/a puede marcar la diferencia, entre unos zapatos cómodos y unos que le provoquen algún daño.

Lo ideal para elegir la talla adecuada es que midas la anchura y la longitud de ambos pies, intentando extender los dedos del bebé para que te asegures de que le quedaran realmente cómodos y lo suficientemente holgados.

No dejes de lado los calcetines

No olvides siempre ponerle calcetines cuando vayas a probarle los zapatos, de esta manera vas a asegurar de que los zapatos le queden lo suficientemente holgados.

Puedes comprobar con tu pulgar buscando su dedo más largo, una vez que su pie esté dentro del zapato. Lo ideal es que queden unos 10 mm entre el dedo y la puntera.

También puedes empujar el pie hacia delante y comprobar la holgura en la parte trasera. Al quitarle los zapatos, comprueba que sus pies no tengan enrojecimiento o lesiones de ningún tipo.