Centro de salud mental adolescente abre en Tucson, Arizona, con voluntarios que entienden el dolor

Lo que hace único a este servicio es su enfoque: "No son adultos hablando desde un manual, son chavos que entienden por lo que estás pasando porque lo han vivido", explica Bhavya, una estudiante de salud pública de la Universidad de Arizona que se convirtió en consejera voluntaria.
Los números no mienten:
Nikki Kontz, Directora Clínica de Teen Lifeline, lo describe así: "A los 15 años están salvando vidas y nadie en su escuela lo sabe. De noche se convierten en superhéroes anónimos".
El modelo ha demostrado su eficacia. Los adolescentes responden mejor cuando quien los escucha habla su mismo lenguaje, comprende sus códigos y no juzga. Bhavya lo vivió en carne propia: "Antes me sentía impotente cuando mis amigos necesitaban ayuda. Ahora tengo las herramientas para marcar la diferencia".
La línea, completamente gratuita y confidencial, ya está operativa al (520) 321-8336 (TEEN). Para quienes quieran sumarse como voluntarios o conocer más detalles, la puerta está abierta en teenlifeline.org/tucson.