Nada que festejar: Ceci Flores
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El Diario de SonoraDía de las Madres, día se celebración, de reconocimiento a las reinas de la casa, así viven muchos hogares el 10 de mayo, pero algunos otros se llenan de nostalgia, tal es el caso de Cecilia Flores Armenta, líder y fundadora de Madres Buscadoras de Sonora, quien en esta fecha no tiene nada que festejar.
Cecilia Flores compartió que, desde el 2015 cuando su hijo Alejandro Guadalupe fue desaparecido, el día de las madres, así como toda fecha de celebración, perdió su esencia, para ella y su familia.
“Para nosotros no hay días felices, no hay un feliz día de las madres, una feliz navidad, ni un año nuevo, ni de nada, para nosotros los días son como cualquier otro, unos más dolorosos que otros”, explicó la líder del colectivo.
En el año 2019, Cecilia vive una segunda una pérdida, la de su hijo Marco Antonio, quien es reportado como desaparecido, y junto con él desaparece su vida, pero no las ganas de luchar por encontrarlos.
La líder del colectivo explicó que no solo perdió a sus dos hijos, que hoy siguen en calidad de desaparecidos, si no también a su familia, ya que teme que al estar con ella puedan ser víctimas de algún daño.
“No estar con mis hijos y luego no estar con mi madre nos están robando todo, siempre decimos que, cuando te desaparecen un hijo, te desaparecen la vida completa, porque ya nada volvió a ser igual sin ellos, ya se nos acabó, toda la vida, toda la paz, la tranquilidad, la familia se dividió, cada quien agarró para su lado. Yo prefiero estar mejor sola que estar con mis hijas porque tengo miedo que alguien les haga daño”, mencionó.
Pese al dolor que embarga a Cecilia por la pérdida de sus dos hijos y por la separación con su familia a la que se vio obligada, sigue luchando, y en esta lucha y búsqueda lleva paz a los hogares que al igual que ella tienen familiares desaparecidos.
“Me da mucha satisfacción el saber que, aunque no han vuelto mis hijos a casa, pero que cientos de desaparecidos, que no eran buscados, que lamentablemente las familias solo quieren arreglar las cosas a través de un teléfono o llorando en todas las páginas del mundo y quieren encontrar a sus hijos, pero no luchan por ellos, y me da satisfacción haber sido yo la que perdiera el miedo y salir a buscar a los desaparecidos y que hoy haya muchas familias que ya tengan paz en sus casas”, explicó la madre.
Cecilia no pierde la esperanza ni las ganas de luchar, y sueña con que sus hijos regresen y le digan que todo fue una pesadilla.
“Tener a mis hijos como antes, ese sería mi día ideal, que mis hijos volvieron a casa, que mis hijos tocaran la puerta y dijeran que todo esto fue una pesadilla”, finalizó.
Todo el respeto y admiración a las madres que este 10 de mayo no tienen nada que festejar, pues, al desaparecer sus familiares, desaparece su vida también.
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