Apoya “Casa de la Misericordia” a migrantes

Alma Angélica Macías Mejía mejor conocida como Lika”, directora de este refugio para migrantes y repatriados en la frontera de Nogales, indicó que si bien este centro sirve solo como un lugar seguro donde puedan resguardarse todos los ciudadanos desplazados o que se encuentran en búsqueda de una vida mejor, es en las mismas instalaciones donde se les informa sobre las posibilidades que tienen frente a ellos, ya que en palabras de los propios usuarios del albergue, el solo cruzar México es motivo suficiente para continuar el que consideran es el último proceso, llegar a los Estados Unidos de cualquier forma.

 En el caso de nosotros las personas que recibimos son precisamente que están solicitando asilo, porque su vida corre peligro, ósea, tienen que demostrarlo, tienen que tener evidencia, tienen que tener pruebas que realmente necesitan en asilo, hay en albergue de abril a la fecha, han logrado no es el asilo, pasar para que una vez estando en Estados Unidos, haya se inicia el proceso de asilo”, manifestó.

Sin embargo es un trámite difícil y tardado manifestó la altruista mujer, proceso que suele ser duro para las familias, pero es guiado en todo momento por la una organización legal que es sin fines de lucro, por lo que la batalla que se lleva a cabo en los juzgados de migración, afortunadamente hasta el momento lleva más éxitos que fracasos.

Pero, cuál es la clave de acuerdo a Lika, que las familias o individuos, sepan diferenciar muy bien, cual es realmente una situación de riesgo hacia su integridad física o sus familias comprobable, no solamente la condición de pobreza por extrema que parezca y también, contar con una red de apoyo en los Estados Unidos, que puedan actuar como patrocinadores de los que buscar este tipo de migración.

 Lo difícil es, que tengan quién los va a patrocinar allá, porque ellos no pueden trabajar obviamente, por un determinado tiempo, tienen que tener esas pruebas que hagan el miedo creíble, y sea realmente que él, no mi tía o mis sobrinos, sino yo, mi vida está corriendo peligro, y para demostrarlo tengo que tener las pruebas, evidenciarlo”, indicó la activista.  

Relató que regularmente las personas que vienen de entornos violentos o que han sufrido un atentado o amenazas directas, o junto a sus familias, tienen mejor oportunidad de recibir esta figura llamada libertad bajo palabra humanitaria, pero se han dado casos que por contar con antecedentes criminales en sus países de origen o en su paso hacia los Estados Unidos, estas peticiones son denegadas.