Nos hace falta sororidad como mujeres: Karolina Villegas

Nos hace falta sororidad como mujeres: Karolina Villegas
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La docente Karolina Villegas cita como ejemplo el cuestionar el desarrollo profesional de la mujer

Nogales, Son

Con motivo del Día Internacional de la Mujer se habla de roles y estigmas que enfrenta la mujer de hoy al desarrollarse como madre, trabajadora y mujer, aunque pareciera que este sector de la población ya alcanzó un objetivo, aún se topa con limitantes sociales.

La maternidad es un proceso que se vive si así se desea, sin embargo, quienes son madres no solo enfrentan lo difícil de criar, educar y dar vida a un individuo, sino a una serie de prejuicios que impone la sociedad.

La maternidad nace de los preceptos sociales que nos marcan la sociedad, los estigmas, todos los aspectos generacionales que nos van diciendo: que una mamá tiene que levantarse temprano, que durante el postparto no tienes que dormir, que hay que dormir cuando duerme el bebé, pero piensas en qué pasa cuando se duerme el bebé, yo tengo que lavar, tengo planchar, tengo que hacer comida, tengo otros hijos, tengo a mi esposo y ahí viene una serie de preconceptos que nos van diciendo cómo tiene que ser la maternidad”, expuso Karolina Villegas, docente universitaria.

Aunque en la actualidad se presume una igualdad en relación a salario de hombres y mujeres, la realidad es que ser madre limita el crecimiento que puede tener una mujer en un trabajo, ya que, aun se considera que no puede desempeñar ambas actividades sin descuidar alguna.

Se habla mucho en México de las brechas salariales, que no existe como tal una brecha salarial, donde diga que por ser mujer me van a pagar menos, sin embargo existe este otro concepto de decir ‘es mamá no le voy a dejar una gerencia, es que es mamá no le voy a dar permisos para que salga’ o dicen que por estar casadas o con hijos vamos a pedir permiso y no nos dejan crecer, ese aspecto no nos deja crecer y si yo crezco comienzan hablar de mí alrededor preguntándose qué hizo, porqué lo merece y comienzan hablar de mí como mujer y se pierde este concepto de que puedo ser una persona desarrollada, preparada, puede tener un equilibrio”, añadió.

La sororidad es la capacidad de aliarse, sin embargo, en la actualidad la indiferencia de la cual puede ser víctima una mujer proviene no solo del hombre.

Tengo dos hijos, en la pandemia tuve un bebé y trabajaba como docente en medios digitales y una alumna de un grupo de 150 personas me decía, maestra calle a su hijo porque no me deja escuchar la clase, tres meses tenía mi bebé y una mujer diciéndome que calle a mi hijo y muy respetuosamente le dije como una frase célebre de Nogales, si no te gusta no asistas, nos hace falta esa sororidad como mujeres, esa empatía, es difícil como mamá que te volteen a ver feo cuando tu hijo llora”, finalizó.

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