Jorge D'Alessio electriza el Palenque con éxitos ochenteros en Tijuana

No era un simple concierto, sino un viaje en el tiempo que nadie quería perder.
Jorge D'Alessio, con esa mezcla de carisma y veteranía que lo caracteriza, tomó el micrófono y lanzó el saludo que todos esperaban: "Buenas noches ochenteros". La respuesta del público fue inmediata, un coro de voces que recordaba cada letra como si los años no hubieran pasado.
La producción del espectáculo no dejó nada al azar:
En las gradas se veían abrazos intergeneracionales: padres explicando anécdotas de su juventud a hijos que descubrían por qué esos temas siguen vigentes. Mientras algunos asistentes tarareaban los clásicos con nostalgia, otros los bailaban con la frescura de quien los descubre por primera vez.
El contraste entre los seguidores de Matute y los de Yeri Mua se diluyó cuando los acordes de los éxitos ochenteros unieron a toda la audiencia en un mismo ritmo. La música, una vez más, demostró su poder para borrar fronteras –tanto generacionales como estilísticas– bajo el cielo estrellado de Tijuana.