Nogales, Son
En cada regreso a clases es común que algunos niños vivan de forma más abrumadora el dejar la casa para ir a la escuela, por eso profesionales en este tema comparten algunas recomendaciones de que hacer y qué no hacer si tu hijo llora cuando lo dejas en la escuelita.
No hay regreso a clases si no hay niños y padres llorando en las entradas de las escuelas, aunque esto suele ser un proceso que nadie quiere vivir a la hora de dejar a sus hijos en su plantel educativo, suele ser muy común, sin embargo, hay cosas que pueden ayudar a que este proceso sea corto o acciones pueden agravar la situación.
“Para todos los niños de primer grado de primaria o los de prescolar es difícil desapegarse de mamá o de la familia, ir a un lugar desconocido les puede generar miedo, estrés o quizá un poco de ansiedad y por eso los adultos debemos de estar preparados para acompañarlos en este proceso de adaptación, mamás, papás tengan paciencia este periodo no se va a extender por mucho tiempo, en una o dos semanas los niños ya van a ir con mucha tranquilidad”, explicó Carmen Edith Arce directora de USAER 54.
La tranquilidad y confort que muestran los padres a sus hijos cuando ellos se sienten abrumados por quedarse en la escuela, es esencial e influye de manera considerable en como tomara el pequeño el quedarse en este nuevo espacio.
“Lo principal es no perder la calma porque si el niño está llorando y ve a mamá o papá que no tienen calma, vamos a agravar la situación, no debemos regañarlos, no debemos gritarles, incluso obligarlos, si no de manera empática o de forma tranquila acompañarlos a que entren a su salón de clases y poco a poco se vayan adaptando a este nuevo espacio”, añadió.
Una situación también común con la reactivación de las clases es que los padres suelan quedarse fuera de la escuela esperando a su hijo, aunque es común solo prolonga el proceso de adaptación para los nuevos alumnos.
“Vemos a las madres en los cercos de las escuelas y no solamente las primeras semanas esto sucede a lo largo del ciclo y esto no es malo que estemos atentos a lo que pase con nuestros hijos dentro de la escuela, pero si es importante no volverlo un habito porque dificultamos aún más el proceso de adaptación, si ven que a mamá le cuesta desprenderse de ellos a los niños les costara más trabajo ser un poco más autónomos, si se pueden quedar pero al percatarnos que el niño ya entro a su salón, hay que retirarse y volver más tarde por él”, explicó.