Nogales, Son
Una historia que se remonta a los años 1880´s, comparten por medio de anécdotas los encargados de cuidar y hacer públicas, todas aquellas relacionadas con el paso del ferrocarril de pasajeros en nuestro estado, y la experiencia e importancia que tuvo este medio de transporte en nuestro estado, que muchos recuerdan con nostalgia y ven con buenos ojos su anunciado regreso.
Elías Miranda Canevet, ex ferrocarrilero y cronista de esta labor recordó las rutas que sobre la pesada máquina de metal, cientos de miles de fronterizos y sonorenses, utilizaron para llegar a ciudades cercanas, como Ímuris, Magdalena, Cananea o Agua Prieta, sin olvidar de que estas mismas corridas, podían llevar a los nogalenses hasta Guadalajara, Ciudad de México y cientos de destinos más a las orillas de las vías.
“Me tocó a mí ser boletero muchos años en Hermosillo, ahí tuve la experiencia de conocer, lo agradable que era viajar en un tren, tanto en los trenes de segunda, como en los trenes de primera, los trenes de segunda de siempre, se hablaba que le decían el burrito, el piojo, pero no era por la lentitud, era porque se paraba en todos poblaciones del estado, por decir de ejemplo, antes Ortiz, Torres, estaban muy alejados de la carretera, entonces el tren traía su vagoncito, de correo, ahí subían el correo”, manifestó.
Compartió que los precios, siempre estuvieron al alcance de las manos de los ciudadanos, quienes preferían utilizar el tren por su comodidad y rapidez, sobre todo en las categorías de primera clase en vagones “Pullman” los cuales eran considerados un gran lujo el abordarlos.
Sobre los tiempos comentó, no había mucha diferencia con lo que ahora podemos tener con los camiones de transporte foráneo, pero las dimensiones y capacidades de carga, distan mucho de las maquinas modernas, ya que el tren, por su naturaleza, tiene rutas más cortas y con menores contratiempos.
“Los trenes más rápidos, que le decían las balas en ese tiempo, era el uno y el dos, esos contaban con carros de primera especial, y con coche comedor y carros Pullman, ahí si era una elegancia, porque para esos carros, traían por decir alcobas, las alcobas eran recamaras grandes de 4 camas, de 2 y las cabinas de una sola cama, pero era confortable viajar ahí, si tienes un viaje de aquí a México, había un carro especial que salía de aquí de Nogales, a México”, indicó.
Sobre la iniciativa del gobierno federal, de regresar al tren de pasajeros comentó, este ha comprobado que sería costeable, además de que se podrían tener muchas más oportunidades económicas en cada una de las estaciones, oficios que se han perdido, junto a esta noble labor.