Cada 2 de agosto se celebra a nivel mundial el Día Mundial de la Cerveza, una fecha que resalta la popularidad de esta bebida alcohólica, pero también nos invita a reflexionar sobre sus afectaciones, especialmente en el desarrollo de los jóvenes.
La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más consumidas en todo el mundo, con una historia que se remonta a cientos de años atrás. Sin embargo, el consumo de cerveza ha sido un factor de diversas problemáticas sociales. Según Luis Durán, psicólogo en Nogales, Sonora.
Al contrario de todas las atribuciones culturales y sociales que tiene la cerveza, no deja de ser alcohol, y el alcohol es una droga legal, cuyo uso y abuso causa consecuencias. El alcoholismo es una de las adicciones más peligrosas y de las más difíciles de tratar, sobre todo por el periodo de abstinencia, en el cual incluso existe el riesgo de perder la vida, explicó Luis Duran psicólogo.
El consumo de cerveza es a menudo uno de los principales ritos de iniciación de vida social para los adolescentes, y en muchos casos, es inculcado por el entorno familiar, lo que dificulta que los jóvenes perciban el consumo como un riesgo.
La edad de inicio de consumo cada año se va reduciendo, el aproximado marca que es a los 8 años cuando comienzan este primer acercamiento con el alcohol o tienen la primera dosis, generalmente por parte de un familiar y en un contexto familiar, añadió Durán.Expertos en el tratamiento de adicciones recomiendan no normalizar el consumo de estas bebidas y evitar que sea el núcleo familiar quien inicie a los jóvenes en el alcohol. Entre las recomendaciones para las familias, se incluye cuidar el consumo en presencia de los más jóvenes, no invitarlos a consumir, y no ofrecerles alcohol bajo la premisa de que es mejor que lo prueben en un ambiente seguro.
Las recomendaciones a las familias son cuidar el consumo, sobre todo en presencia de los más jóvenes, no invitarlos, no darles, porque a veces se ve como un acto bueno donde dicen, es mejor que lo pruebe aquí con nosotros en un ambiente seguro a que lo pruebe afuera, y se normaliza y así ya no se percibe como un riesgo, concluyó Durán.