Durante la temporada de verano, muchas instituciones gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil ofrecen cursos y talleres para niños y adolescentes. Sin embargo, un gran número de familias se enfrenta a la falta de opciones para sus hijos que no se inscribieron en estas actividades.
La psicóloga Kitzia Arreola, especialista en terapia infantil, adolescentes y de pareja, ofrece recomendaciones clave para ayudar a las familias a mantener a sus hijos activos y comprometidos durante el receso escolar en Nogales, Sonora.
Arreola destaca que es fundamental mantener a los niños y adolescentes en movimiento, evitando que pasen largas horas inactivos.
Primero que nada, hay que recordar que toda la gente, así como los adolescentes y niños necesitamos siempre movimiento, estar siempre al final de todo haciendo una actividad, un hobbie y algo que nos guste, dentro de casa, explicó.La psicóloga advierte que permitir que los jóvenes pasen todo el tiempo viendo televisión o durmiendo puede afectar negativamente su capacidad de aprendizaje y desarrollo.
Porque si dejamos a nuestros adolescentes ah duérmete todo lo que tú quieras o ve la tele todo lo que tú quieras se va a ir perdiendo la capacidad hasta de aprendizaje, por ejemplo, en la escuela, lo que han aprendido, lo que han visto, todo se va a ir retrasado porque no hay un movimiento, agregó
Explicó que es fundamental, como parte de las opciones de acción, dedicar tiempo en familia y realizar actividades conjuntas, ya sea saliendo de paseo, leyendo, jugando o recreándose juntos, lo cual resultará muy beneficioso para la activación, ya que, de lo contrario, puede tener un impacto negativo en la salud emocional, especialmente en niños, niñas, jóvenes y adolescentes.
Qué pudiera incurrir, bueno, también se vuelve como una rutina no hacer nada y cuando tú quieres hacer algo, cuando quieres ese movimiento te va a costar mucho y al final de todo emocionalmente vas a decaer, porque somos gente que siempre está pensando, que siempre está en movimiento, comentó.
Y cuando uno no hace, a lo mejor investigar qué pudiera gustarnos, caemos emocionalmente hasta una pequeña depresión, en la que se puede quitar con algo emocionante, algo que nos puede gustar y cuando no hacemos eso al final nos va a costar demasiado, enfatizó.En la actualidad, la dependencia tecnológica y material tiene un fuerte impacto emocional, generando a veces codependencias que afectan tanto en el ámbito familiar como social, con consecuencias que pueden ser severas para el desarrollo personal.
Por ello, es crucial que las familias presten especial atención a fomentar la ilusión y la curiosidad por encontrar actividades o pasatiempos que impulsen la motivación, al mismo tiempo que se reducen los factores de riesgo que podrían llevar a adicciones, consumo de sustancias o complicaciones en la salud mental.