Ahora mismo, miles de personas en el mundo estarán mirando hacia Nogales con enorme curiosidad y lo seguirán haciendo durante los próximos meses. La atención se la debemos al Premio Nobel de Economía 2024 otorgado a Daron Acemoglu, Simon Johnson, y James A. Robinson por la Academia Sueca de Ciencias. Los profesores Acemoglu y Johnson son catedráticos del Massachusetts Institute of Technology y Robinson de la Universidad de Chicago y fueron reconocidos por sus estudios sobre la formación de instituciones y su importancia para la prosperidad de las naciones.
¿Pero qué tiene que ver Nogales con el Premio Nobel de Economía de este año? Esta conexión empieza en el capítulo introductorio del libro “Por qué fracasan las naciones: el origen del poder, la prosperidad y la pobreza” publicado en 2012 por Acemoglu y Robinson. En el libro, estos dos laureados proponen una explicación de porqué existen diferencias tan vastas en los niveles de riqueza entre naciones, y porque algunos países fallan y otros tienen éxito produciendo prosperidad para sus ciudadanos. Su explicación es simple y tiene mucho sentido: la causa de la diferencia son las instituciones que tiene cada país.
Para ilustrar su argumento, Acemoglu y Robinson utilizan a Nogales, Sonora y Nogales, Arizona como ejemplos de dos ciudades en dos países con instituciones diferentes y desarrollo económico y social contrastante. Ellos se preguntan cómo es que las ciudades de Nogales, Sonora y Nogales, Arizona, siendo tan semejantes, son a la vez tan diferentes. Ambos Nogales comparten la misma historia y geografía porque fueron fundadas simultáneamente a finales del siglo XIX en el estrecho valle formado por el arroyo Los Nogales.
La cultura y la vida social son también muy similares considerando que 95% de los residentes de Nogales, Arizona son de origen mexicano y mantienen fuertes relaciones familiares y de amistad con Nogales, Sonora. En contraste, Nogales, Arizona es una ciudad donde los residentes tienen más seguridad, más ingresos, más educación, mejores servicios urbanos, mejor salud y, en general, mejores condiciones de vida.
El libro argumenta que países ricos como Estados Unidos tienen instituciones sólidas que protegen el derecho de propiedad, limitan la corrupción, cuidan el balance de poder y el cumplimiento de la ley, y que estas instituciones estimulan la producción de riqueza y promueven su distribución más equitativa entre los ciudadanos.
Aunque las comparaciones son odiosas, es difícil estar en desacuerdo con la teoría de los ganadores del Premio Nobel. Sí, es verdad que las instituciones que operan en Nogales, Sonora y Nogales, Arizona son diferentes, pero también es cierto que no son inmutables. Sobre este punto, México y los Estados Unidos son dos países democráticos basados en economías de mercado y durante las últimas décadas han experimentados transformaciones institucionales importantes que los aproximan cada vez más.
Ahora mismo México está efectuando reformas institucionales fundamentales para el futuro económico y social del país que están guiadas por una visión de desarrollo equitativo y sustentable. También es cierto que las instituciones nacionales son fundamentales en cada país, pero en el caso de Nogales y otras ciudades fronterizas la institución más importante es la frontera misma, que es una institución internacional. De hecho, la frontera como institución es la fuente principal de las diferencias existentes entre ambos Nogales y no puede obviarse su rol en la producción de inequidades y las asimetrías que afecta el desarrollo y la calidad de vida en ambas ciudades.
El reto para los dos Nogales -- para sus líderes y ciudadanos -- es cómo transformar la frontera en una institución que fomente el desarrollo compartido y cierre la brecha en bienestar que existe entre ambos lados de la línea internacional. Desde mi punto de vista, la solución es la cooperación y la colaboración transfronteriza, una institución que también es muy importante para ambos Nogales. El otro ingrediente es la construcción de una identidad regional compartida, una suerte de gran narrativa, que ponga al centro de todas la discusiones y conversaciones sobre ambos Nogales lo que las dos ciudades tienen en común y no las cosas que las separan.
Escrito por:
Francisco Lara-Valencia, académico investigador del Laboratorio de Políticas Públicas Transfronterizas, de la Universidad Estatal de Arizona