La historia de Octavia Rogers, una madre de Phoenix que asesinó a sus tres hijos, ha tomado un giro inesperado. Rogers, quien inicialmente se declaró inocente de los cargos de asesinato en primer grado, ha cambiado su declaración a "culpable, excepto por demencia". Este cambio legal, que es extremadamente raro, tiene implicaciones significativas para el caso y podría significar la libertad para Rogers en tan solo dos años.
La decisión de Rogers de aceptar este acuerdo se basa en la evaluación de expertos médicos y psicológicos, tanto de la defensa como del estado, que coincidieron en que Rogers era legalmente demente en el momento del crimen. Esto significa que no comprendía la naturaleza de sus acciones ni las consecuencias de las mismas.
"Un alegato de culpabilidad excepto por demencia es muy, muy raro en nuestro sistema de justicia criminal", dijo Jay Rademacher, ex abogado de juicio de la Oficina del Fiscal del Condado de Maricopa. "La razón por la que es raro es porque es muy difícil probar que alguien estaba realmente demente cuando lo hizo".
Rogers, quien actualmente cumple una cadena perpetua en el hospital estatal, estará sujeta a audiencias cada dos años para evaluar su progreso y determinar su futuro. Estas audiencias pueden resultar en que Rogers permanezca en el hospital estatal, sea trasladada a prisión, sea liberada bajo ciertas condiciones o sea liberada por completo.