Los últimos momentos de Rachel Hansen, una joven de Gilbert, Arizona, quedaron registrados en una transcripción de llamada al 911 y videos de cámaras corporales de la policía.
El 4 de junio de 2022, Hansen, de 19 años, llamó al 911 para reportar que había sido baleada: "Me han disparado. Alguien irrumpió y me disparó", le dijo a la operadora. "Por favor, apúrate, apúrate", dijo. "Oh (censurado) estoy sangrando, estoy sangrando".
La operadora le pidió a Hansen que se quedara en la línea y le indicó que aplicara presión sobre la herida con un paño limpio. Hansen respondió que estaba sola y que la persona que irrumpió y le disparó ya se había ido.
A pesar de los esfuerzos de la operadora, el tiempo era crucial. La ubicación de Hansen fue difícil de identificar y, según la transcripción, los oficiales de policía y bomberos tardaron varios minutos en llegar al lugar.
"No puedo", respondió Hansen.
El caso sigue sin resolverse y la madre de Rachel trabaja con un investigador privado para obtener respuestas. Silent Witness ofrece una recompensa de hasta $7,000 por información que ayude a resolver el caso.