"Pequeñas por fuera, pero enormes por dentro", así describió Olof Ramström, miembro del Comité Nobel, estos materiales capaces de atrapar gases y químicos en cantidades impensables. La comparación con el bolso mágico de Hermione Granger de Harry Potter no es casual: estos marcos metal-orgánicos (MOFs) funcionan como esponjas moleculares con aplicaciones que van desde obtener agua potable en el desierto hasta capturar gases de efecto invernadero.
- Richard Robson (Universidad de Melbourne) sentó las bases en los 80 al descubrir estructuras cristalinas porosas.
- Susumu Kitagawa (Universidad de Kyoto) demostró que podían almacenar metano y otros gases.
- Omar Yaghi (UC Berkeley) creó el MOF-5, donde un cubo de azúcar tiene la superficie de un campo de fútbol.
La presidenta de la Sociedad Química Estadounidense, Dorothy Phillips, lo resume así: "Este premio celebra el poder de diseñar moléculas que resuelven los grandes desafíos de la humanidad". Los 11 millones de coronas suecas (más de 20 millones de pesos) que comparten los galardonados son un reconocimiento a décadas de trabajo que podrían cambiar el futuro de industrias completas y la lucha contra el cambio climático.
