El último informe de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) revela que la cifra de encuentros en agosto fue significativamente menor que en años anteriores, marcando uno de los puntos más bajos de la última década.
El muro fronterizo, que hace meses era un símbolo de la crisis migratoria, ahora luce vacío. Este cambio se atribuye a la orden ejecutiva firmada por el presidente Biden en junio, la cual ha endurecido las políticas migratorias y ha acelerado el proceso de deportación.
La proclamación del presidente nos está dando la capacidad de poder remover o regresar a migrantes más rápidamente, dijo Roberto Ortiz, vocero de la patrulla fronteriza sector Tucson.Las cifras respaldan las declaraciones de Ortiz. A nivel nacional, durante agosto se reportaron poco más de 158 mil encuentros, un 50% menos que el año pasado. En Arizona, la reducción es aún más drástica: 11 922 encuentros, un 75% menos que en agosto de 2023.
¿Qué hay detrás del cambio?
La orden ejecutiva de Biden ha tenido un impacto directo en las políticas de asilo. El acceso al asilo político se ha vuelto más difícil y las deportaciones han aumentado significativamente.
Desde la proclamación presidencial en junio, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha deportado a más de 131 mil personas, la cifra más alta en la última década.
No les permiten pedir asilo, simplemente algunos agentes les dicen no hay asilo o cállese mejor firme la deportación, denunció Dora Rodriguez de la organización Salvavision.A pesar de la disminución en los cruces, la patrulla fronteriza advierte de los riesgos que conlleva esta dinámica. Los grupos de migrantes que intentan ingresar al país, a menudo sin la posibilidad de buscar asilo, se adentran en el desierto, exponiéndose a riesgos de deshidratación, agotamiento y violencia.