El mensaje, que se extendía a cuatro localidades del valle, obligó al cierre inmediato de la escuela en cuestión, mientras los oficiales acudían al lugar para garantizar la seguridad de los estudiantes y el personal.
Tras una exhaustiva revisión de las instalaciones, no se encontró ningún sospechoso o elemento que representara una amenaza real. La escuela, que permaneció cerrada durante un tiempo, reabrió sus puertas una vez que la situación se consideró controlada. Sin embargo, la investigación sigue en curso para dar con el origen de la amenaza.
Los primeros indicios apuntan a que la VPN desde la que se envió el mensaje podría provenir de Rumania. Este hecho ha generado interrogantes sobre la naturaleza de la amenaza, la motivación detrás de ella y las posibles implicaciones que podrían derivarse de este incidente.
Las autoridades locales han destacado la importancia de la colaboración ciudadana en la investigación, solicitando a la comunidad que comparta cualquier información que pueda resultar relevante para el caso.