El reciente aumento de migrantes de fuera de las Américas ha llamado la atención significativa de los líderes republicanos, quienes han caracterizado esta tendencia como una potencial amenaza militar. El expresidente Donald Trump, en un mitin en Tucson, Arizona, comparó el flujo migratorio con una “invasión” y enfatizó la presencia de hombres “en edad militar” de países como China y Rusia. Esta retórica ha suscitado temores sobre la seguridad nacional, con afirmaciones que sugieren que estos individuos podrían estar infiltrándose en Estados Unidos con propósitos nefastos.
Sin embargo, los expertos impugnan estas afirmaciones, afirmando que no hay evidencia creíble que respalde la idea de que los migrantes de China y Rusia cruzan la frontera por razones militares. David Bier, del Cato Institute, señala que aunque la migración desde China ha aumentado debido a las dificultades económicas del país tras el COVID-19 y a la guerra en curso de Rusia en Ucrania, estos migrantes buscan principalmente libertad y oportunidades, en lugar de representar una amenaza militar. La mayoría de los migrantes ilegales siguen originándose de América Latina, con solo una pequeña fracción proveniente de otras regiones.
Las estadísticas revelan un aumento notable en los encuentros con migrantes no americanos, que alcanzaron casi 200,000 el año pasado, un incremento significativo respecto a años anteriores. A pesar de este aumento, la vasta mayoría de los encuentros todavía involucran a migrantes de las Américas, con 2.2 millones de encuentros totales en el último año fiscal. Analistas como Ariel Ruiz Soto destacan que el enfoque en los migrantes de países lejanos a menudo eclipsa el contexto más amplio de los patrones migratorios.
Las narrativas republicanas continúan enfatizando el riesgo que representan estos hombres “en edad militar”, con afirmaciones de infiltración y espionaje. Figuras como el exasesor de Trump, Peter Navarro, han advertido sobre posibles "espías chinos" cruzando la frontera. Sin embargo, los expertos en migración argumentan que estas afirmaciones carecen de fundamento y que la mayoría de los adultos solteros, incluidos los hombres, son simplemente más capaces de emprender el peligroso viaje hacia Estados Unidos.
Las motivaciones para la migración desde China y Rusia difieren significativamente, impulsadas por dificultades económicas e inestabilidad geopolítica. Para muchos rusos, el deseo de evitar la conscripción y el conflicto en Ucrania es un factor principal. Mientras tanto, los migrantes chinos a menudo enfrentan condiciones deterioradas y un aumento del autoritarismo. Los expertos enfatizan que la abrumadora mayoría de los migrantes huyen de circunstancias difíciles, destacando que sus viajes son actos de desesperación y no un movimiento militar coordinado.