Pero lo que parecía un día normal, se convirtió en un instante en algo extraordinario para Justin Giddens, un apasionado de la aviación que casualmente inmortalizó con su cámara un evento que pondría a prueba los protocolos de seguridad aérea.
El protagonista involuntario de esta historia no era un aficionado cualquiera. Giddens, quien se autodefine como un “nerd de la aviación”, reconoce patrones de vuelo con facilidad. Fue esa pericia la que le hizo detectar, con asombro e inmediato pánico, la cercanía peligrosa entre dos aviones.
Se trataba del vuelo 1070 de Delta, procedente de Detroit con 245 pasajeros a bordo, y el vuelo 1724 de United, proveniente de San Francisco, que transportaba 123 personas. Según datos de FlightRadar24, ambos aparatos se aproximaron peligrosamente; a tan solo 425 pies de distancia vertical en un momento crítico y a 1.200 pies horizontalmente segundos después, una distancia considerablemente menor a la recomendada de cinco millas por un ex presidente de la NTSB.
El audio del control de tráfico aéreo, obtenido por CBS News, revela la tensión del momento. Se escucha al controlador autorizando el aterrizaje en diferentes pistas, la confirmación de la visibilidad por parte del piloto de Delta ("Tenemos la pista 8 a la vista. Despejada"), y luego, la súbita alarma de colisión en cabina: "Desciende, desciende".
La acción inmediata de las tripulaciones, gracias a sus entrenamientos, evitó una posible tragedia. Delta asegura que sus tripulaciones "se entrenan exhaustivamente para manejar situaciones poco comunes como esta", mientras que United afirma que sus pilotos "actuaron inmediatamente" tras la alerta. La FAA ya investiga el incidente.
El profesor Cary Grant de Embry-Riddle, experto en seguridad aérea, analiza el incidente señalando que: "Al juntar los registros terrestres de la aeronave, parece como si el controlador estuviera preocupado por otras aeronaves que estaba monitoreando en la misma frecuencia al mismo tiempo". A pesar del susto, el experto concluye que la visibilidad óptima del día minimizó el riesgo de colisión.
Mientras la investigación continúa, el evento deja una profunda reflexión sobre la complejidad del tráfico aéreo y la importancia de la pericia y la respuesta oportuna de los pilotos y controladores ante situaciones de alto riesgo. La experiencia de Giddens y su capacidad para documentar el incidente, se convierte en un testimonio gráfico de una situación que, a pesar de su dramatismo, tuvo un final afortunado.