Defensores en Tucson, Arizona, se oponen a la deportación masiva de veteranos
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En el corazón de la ciudad, un grupo heterogéneo se reunió en la Rally De Las Rosas, organizada por Common Defense. No se trataba de una simple protesta; era un llamado a la conciencia, un grito silencioso que resonaba con la fuerza de cientos de voces unidas por una causa común: la defensa de los veteranos de guerra, muchos de ellos inmigrantes, que se enfrentaban a la amenaza de la deportación.
Entre los asistentes, Alex Murillo, un veterano de la Marina, compartió su desgarradora historia. Deportándolo en 2011 después de cumplir una condena en prisión federal por un delito relacionado con el transporte de cannabis —del cual asegura desconocer su contenido— a pesar de haber llegado a Estados Unidos de bebé desde México y de haber servido en el ejército estadounidense. “¿Qué es más patriótico que un veterano de Estados Unidos? ¿Qué es más americano que un soldado estadounidense?”, cuestionó Murillo, su voz cargada de amargura e indignación. Su regreso en 2022, con su tarjeta verde, tras una década de lucha, lo impulsó a luchar por otros.
El caso de Marlon Parris, un veterano de combate de Arizona originario de Trinidad y Tobago, se convirtió en el símbolo de esta lucha. Tras cumplir una condena por un delito no violento hace 15 años, recibió la promesa de no ser deportado. Sin embargo, ahora se encuentra detenido y enfrenta la posibilidad de ser expulsado del país. Su esposa, Tanisha Hartwell Parris, presente en la manifestación, expresó con valentía: “Nuestras vidas están un poco destrozadas por el momento, pero seguimos siendo fuertes. Pueden doblar-nos, pero no nos van a romper.”
Desde la perspectiva contraria, Kathleen Winn, presidenta del Partido Republicano del Condado de Pima, defendió la existencia de recursos para veteranos, enfatizando que “cuando se rompe la ley, como veterano, no se obtiene automáticamente inmunidad.” Su argumento se centraba en la necesidad de que los veteranos aprovechen los servicios a los que tienen derecho, alegando que se han establecido cortes para veteranos en todo el estado para conectarlos con esos servicios.
La discrepancia entre las experiencias de los veteranos y la visión de las autoridades políticas refleja un conflicto profundo. La Rally De Las Rosas no solo puso en evidencia la vulnerabilidad de los veteranos inmigrantes, sino que también planteó la pregunta fundamental sobre la gratitud y el reconocimiento que una nación debe a quienes han defendido su suelo.