Crisis en prisiones de Arizona: 75 muertes y violencia sin supervisión

El usuario memphis_kenn publicó un video que rápidamente se viralizó. Este muestra una violenta agresión entre reclusos, un enfrentamiento que comienza en una celda y continúa en el patio, sin que se vea la presencia de guardias. La escena es explícita: un interno utiliza un candado atado a una cuerda para golpear a otro, quien sangra profusamente.
Esta situación no es aislada. A poco más de un mes de la trágica muerte de tres internos —Saul Álvarez, Thorne Harnage y Donald Lashley— en la unidad Cimarron de la misma prisión, este nuevo incidente reaviva las preocupaciones sobre las condiciones de seguridad dentro del recinto. El Departamento de Correcciones, Rehabilitación y Reentrada de Arizona (ADOC) ya informó que Ricky Wassenaar es el responsable de los asesinatos, y las autopsias revelaron detalles desgarradores: Álvarez fue estrangulado, mientras que Harnage y Lashley murieron por traumatismos craneoencefálicos.
Las cifras son alarmantes: según los registros del ADOC, 75 internos han fallecido en las prisiones estatales este año. Algunas muertes fueron por causas naturales o autolesiones, pero otras son investigadas como homicidios o sobredosis. Un panorama que genera angustia en familiares como Janice, cuya madre tiene un hijo recluido desde 2017 en una prisión de Tucson, Arizona.
Janice forma parte de una comunidad online donde familiares de reclusos comparten información e inquietudes. Muchos de ellos vieron el video de la agresión. “Es un lugar muy peligroso,” afirma Janice, reflejando la angustia que comparten muchos. “Mi hijo intenta no contarme todo lo que pasa adentro, pero al escuchar las cosas que se comentan en estos grupos… me preocupa su seguridad”, añade.
Donna Leone Hamm, de la organización Middle Ground Prison Reform, también se pronunció al respecto. Hamm señala la facilidad con la que se graban y comparten estos videos, lo cual pone de manifiesto la problemática del contrabando de celulares dentro de la prisión. “La ausencia de personal en el video indica una falta de supervisión alarmante, peligrosa tanto para los internos como para el personal”, advierte Hamm.
Además de la violencia física, algunos videos muestran el aparente consumo de drogas, planteando interrogantes sobre cómo ingresan estas sustancias a las instalaciones. Hamm recalca la necesidad de que el ADOC asuma responsabilidad por las posibles deficiencias de personal y tome medidas para asegurar un entorno más seguro.