Madre deportada tras redada del ICE en Arizona

Karime Díaz, una madre de dos hijos y residente de larga data en el área de Mesa, Arizona, se vio envuelta en una situación inesperada el pasado viernes. Trabajaba en su turno habitual en el restaurante Oregano’s cuando, según relata, agentes federales del FBI e ICE irrumpieron en el local. “Llegaron a mi trabajo después de media hora, más o menos, el FBI y el ICE,” recuerda Karime.
Ella fue la única empleada detenida durante la redada. Para el lunes, ya se encontraba en México. Su relato detalla un proceso veloz e impersonal: “No me explicaron nada. No me dieron tiempo para contratar a un abogado, ver a un juez. Nada. Me llevaron a un centro de detención en Florence donde no estaban procesando a nadie. Un oficial me dijo que estaban deteniendo entre 2,000 y 3,000 personas al día.”
Karime admite haber cruzado la frontera hace 24 años sin documentación. Este no es su primer encuentro con las autoridades de inmigración. Recuerda un incidente similar durante las redadas del entonces Sheriff Joe Arpaio en el Condado de Maricopa. “En aquella ocasión, pagué una fianza de $8,000 y luego $600 anuales para obtener mi permiso de trabajo. Gasté $8,000 en un abogado,” explica.
Su permiso de trabajo fue revocado durante el primer mandato del presidente Trump, debido a las nuevas políticas migratorias implementadas. Si bien las autoridades han declarado su enfoque en la deportación de “criminales peligrosos”, expertos legales señalan que estar en el país ilegalmente es una ofensa civil, no criminal. La situación de Karime es similar a otras infracciones civiles, como la falta de pago de manutención infantil o conducir sin licencia.
Karime, una madre soltera, describe su situación con crudeza: “Empecé a trabajar a los 13 años porque mi familia necesitaba ayuda. He trabajado desde entonces, me casé, tengo dos hijos. Ahora soy madre soltera. Mi hijo de 14 años pudo venir conmigo, pero mi hija aún está allá.”
Ahora, enfrenta el reto de reconstruir su vida en un país que apenas conoce después de décadas de ausencia. “No conozco este lugar. Ha sido muy difícil acostumbrarme,” confiesa.
El ICE no ha respondido a la solicitud de información de Arizona’s Family sobre los motivos de la detención de Karime o si su encuentro anterior influyó en la situación actual. Mientras tanto, Karime planea permanecer en México.