Migrante LGBTQ+ ruso denuncia tortura en centro de detención de Arizona

Maksim Borisov, un joven de 22 años, originario de Rusia, se encuentra detenido en el Centro de Detención de Eloy, Arizona, un centro administrado por CoreCivic, una corporación multimillonaria con un largo historial de presuntas violaciones a los derechos humanos. Su situación es especialmente delicada: Maksim es abiertamente gay y se identifica como un disidente político.
Los tres últimos meses han sido una pesadilla para él. Según reportes de Migrant Insider, Maksim ha denunciado amenazas y abusos por parte de oficiales del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos). La situación empeoró cuando, tras presentar una queja formal contra un guardia de CoreCivic por acoso homofóbico – el cual le confiscó su libro mientras permitía a otros leer tranquilamente – la empresa cerró el caso sin resolución.
El 28 de mayo recibió una orden final de deportación sin posibilidad de apelación. Aún más preocupante, según el testimonio de Maksim, un oficial del ICE le dijo que si se negaba a regresar a Rusia, pasaría de cuatro a cinco años en una prisión federal estadounidense, añadiendo con una risa que allí sería violado. Esta situación lo ha llevado a solicitar protección bajo la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura, argumentando que su regreso a Rusia significaría su tortura o muerte.
Su familia ha sido opositora al régimen desde 2018, y Maksim participó en protestas contra Putin tras el asesinato de Alexei Navalny en 2020. Su identidad sexual se hizo pública en 2023, tras la publicación de una foto suya en un desfile del orgullo en Tailandia, lo que provocó un ataque en su contra. Cree que la inteligencia rusa lo vigila y conoce su historia política e identidad sexual. “No puedo regresar,” declaró a Migrant Insider. “Me matarán.”
Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes LGBTQ+, como Trans Queer Pueblo y RICE (Refugee and Immigrant Community Empowerment), confirman que el caso de Maksim refleja una crisis más amplia. Reportan negligencia y abusos generalizados en centros como Eloy. Trans Queer Pueblo, por ejemplo, señala la falta de atención médica básica, describiendo casos en los que a los detenidos se les ofrece solo un vaso de agua como tratamiento para enfermedades crónicas como la diabetes. El acceso a tratamientos de transición para personas transgénero también es escaso, al igual que la provisión adecuada de ropa interior para mujeres trans. Añaden que nuevos protocolos del ICE dificultan el acceso a los detenidos.
RICE, por su parte, manifiesta su preocupación por el trato a migrantes LGBTQ+ en centros de detención a nivel nacional, resaltando la falta de apoyo médico y mental, así como la ausencia de medidas para garantizar su seguridad y bienestar. Mientras tanto, Maksim permanece detenido en Eloy, a la espera de una deportación que podría significar su muerte. Su caso resalta la preocupante situación de los solicitantes de asilo LGBTQ+ bajo custodia del ICE, particularmente en centros privados como los de Arizona. Un reporte de 2024 de Detention Watch Network registra al menos 16 muertes en el centro de detención de Eloy, incluyendo cinco suicidios.
Una investigación federal del Office for Civil Rights and Civil Liberties encontró deficiencias graves en el centro, incluyendo atención médica inadecuada, condiciones insalubres de alimentos, deficiente servicio de lavandería, encierros frecuentes, uso indebido de vigilancia suicida y confinamiento solitario, violaciones a la privacidad de las mujeres e instancias repetidas de abuso verbal y físico por parte del personal.