Ahora imagina que este mismo río se transforma, sus orillas más fuertes, el agua más limpia, y una gran variedad de animales y plantas prosperando. ¿Cómo puede suceder esto? La respuesta está en un animal que ha regresado de manera inesperada a Inglaterra y Gales: el castor.
Este verano, ha habido un boom de castores bebés, los llamados "kits", en ríos de todo el país. Se han visto kits nadando en ríos como el de Kent, e incluso han nacido nuevos ejemplares en recintos protegidos de reservas naturales. Estos pequeños roedores, aunque no son tan famosos como otros animales salvajes, son cruciales para el equilibrio del ecosistema.
¿Por qué tanta emoción por los castores?
- Son ingenieros de ecosistemas: Los castores construyen presas y canales que regulan el flujo del agua, evitando inundaciones y sequías.
- Mejora la calidad del agua: Sus actividades limpian y filtran el agua, creando un ambiente más saludable para la flora y fauna.
- Promueven la biodiversidad: Los castores crean nuevos hábitats, atrayendo a otras especies y creando un ecosistema más rico.
En la actualidad, las poblaciones de castores en Inglaterra y Gales se encuentran en un limbo. Algunas se mantienen en recintos, mientras que otras viven de forma "ilegal" en ríos. Algunos agricultores y terratenientes se oponen a la reintroducción, ya que los castores pueden dañar los cultivos y causar inundaciones locales. Sin embargo, el gobierno está explorando incentivos para los propietarios que permitan la presencia de castores en sus terrenos.
Los castores son una esperanza para la restauración de la naturaleza en Inglaterra y Gales. Su impacto positivo en el ecosistema es innegable, pero la decisión final sobre su futuro depende del gobierno y la sociedad. La pregunta que queda en el aire es: ¿serán los castores la clave para un futuro más verde y sostenible?