La adicción al smartphone, aunque menos conocida que otras, está siendo catalogada por expertos como un problema tan destructivo como extendido.
La adicción al smartphone no es un concepto nuevo, y algunos estudios incluso comparan su impacto psicológico con la dependencia a la heroína.
En Reino Unido, el Parlamento está debatiendo la Ley de Teléfonos Más Seguros, una legislación que podría obligar a las empresas de redes sociales a crear contenido menos adictivo para menores de 16 años.
Mientras el gobierno considera medidas más drásticas, expertos revelan las señales claves que indican una posible adicción:
- Deterioro de la salud mental: Las personas con adicción al smartphone pueden experimentar mayor ansiedad y depresión. Un estudio del Kings College London encontró que los adolescentes de 16 a 18 años que reportaron un uso problemático del smartphone tenían el doble de probabilidades de sufrir ansiedad y casi tres veces más de experimentar depresión.
- Síntomas de abstinencia: Al igual que con otras adicciones, los adictos al smartphone pueden experimentar síntomas físicos como náuseas, sudoración en las manos, calambres estomacales y cambios de humor cuando están lejos de sus dispositivos.
- Aumento de la tolerancia: Los adictos al smartphone necesitan cada vez más tiempo para obtener la misma satisfacción. Es posible que comiences revisando Instagram por media hora durante el almuerzo y, con el tiempo, te encuentres pasando horas en la aplicación.
- Recaídas: Incluso después de períodos de abstinencia, los adictos al smartphone pueden caer fácilmente en sus hábitos adictivos si vuelven a utilizar el dispositivo.
- Impacto en la vida: Si el tiempo que pasas en el teléfono afecta negativamente otras áreas de tu vida, como las relaciones personales, la educación o el trabajo, es un indicio de que podrías tener un problema.
El uso de los teléfonos como mecanismo para modificar el estado de ánimo también es una señal importante. Los adictos al smartphone pueden recurrir a su dispositivo para sentirse animados, relajados o simplemente para evitar la sensación de vacío.
Las compañías de redes sociales están siendo criticadas por diseñar sus aplicaciones para explotar estos estados de ánimo, utilizando la dopamina, la "hormona de la felicidad", para generar adicción. El ciclo constante de recompensa y riesgo de las aplicaciones de redes sociales libera grandes cantidades de dopamina en poco tiempo, generando un efecto de euforia que puede ser relajante o estimulante, lo que lleva a comportamientos adictivos.
Es importante recordar que la adicción al smartphone puede tener un impacto significativo en la salud física y mental.
Si reconoces alguno de estos síntomas, es crucial buscar ayuda profesional para controlar el problema antes de que se agrave.