Recientemente, la comunidad astronómica ha vivido una de esas situaciones.
El 2 de enero de 2025, el Minor Planet Center (MPC), con sede en el Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, anunció el descubrimiento de un nuevo objeto cercano a la Tierra, designado como 2018 CN41. Un astrónomo aficionado turco, que prefiere ser identificado solo como "G", fue quien realizó el avistamiento inicial. El objeto, a una distancia menor a los 240,000 kilómetros de nuestro planeta, — más cerca que la Luna— despertó inmediato interés, al clasificarse potencialmente como un Objeto Cercano a la Tierra (NEO).
Sin embargo, la historia tomó una dirección inesperada. Horas después de la noticia inicial, el MPC emitió una corrección: "La designación 2018 CN41, anunciada en MPEC 2025-A38 el 2 de enero de 2025 UT, se elimina. Al día siguiente se señaló que la órbita coincide con un objeto artificial 2018-017A, la etapa superior del Falcon Heavy con el Tesla Roadster."
Resulta que el misterioso 2018 CN41 no era un asteroide. Se trataba del Tesla Roadster lanzado al espacio en 2018 como parte de la misión inaugural del cohete Falcon Heavy de SpaceX. El vehículo, conducido por el maniquí "Starman", ha estado viajando por el espacio desde entonces, ofreciendo imágenes impresionantes de la Tierra y el espacio.
El propio "G" describe su experiencia: "Primero fui a la base de datos de cuerpos pequeños del JPL para ver rápidamente las fechas de aproximación a la Tierra y las posibles fechas de aproximación a Marte, para ver si podía correlacionarlas con una misión interplanetaria conocida. Fallé; el lanzamiento del Falcon nunca se me había ocurrido. Casi concluí que era un NEO real y dejé de buscar, pero pregunté en la Lista de correo de planetas menores solo para borrar mis dudas finales".
Este incidente, aunque anecdótico, subraya un problema: la dificultad para distinguir objetos artificiales de objetos espaciales naturales. No es la primera vez que sucede. El MPC ha tenido que eliminar de sus registros a otros objetos, entre ellos, la sonda WMAP de la NASA. Este hecho, según el MPC, "pone de manifiesto el lamentable estado de disponibilidad de información posicional sobre objetos artificiales distantes".
El caso del Tesla Roadster destaca la necesidad de mejorar los sistemas de rastreo y la colaboración entre astrónomos aficionados y profesionales para evitar confusiones futuras en el vasto y misterioso universo.