Napster vuelve a la vida: su millonaria apuesta por la música en el metaverso

Se trata de Napster, el nombre que a finales de los 90 resonó con fuerza en la era del intercambio de archivos P2P. Aunque su historia estuvo marcada por una batalla legal con las discográficas que culminó en su quiebra en 2001, la marca ha resurgido de las cenizas, cambiando de manos en múltiples ocasiones a lo largo de los últimos años.
El 25 de marzo, Infinite Reality, una empresa de tecnología 3D, anunció la adquisición de Napster por la impresionante suma de 207 millones de dólares. Una inversión millonaria que, según John Acunto, CEO de Infinite Reality, responde a una visión audaz: “no hay mejor nombre que Napster para revolucionar” el consumo de música en el metaverso.
Pero, ¿cómo se planea revolucionar la experiencia musical? Acunto lo explica: la idea es construir espacios 3D inmersivos dentro de la plataforma Napster, permitiendo a músicos y fans interactuar en entornos virtuales personalizados. Se habla de “entornos locos, limitados solo por la imaginación”, como un concierto de reggae en una playa virtual, por ejemplo.
Este nuevo Napster se aleja del concepto original de intercambio de archivos ilegales, adaptándose a la era digital actual. Tras un paso fallido por manos de una empresa de NFT, la marca encuentra un nuevo hogar en el metaverso, un sector que, aunque ha experimentado un declive en el interés de grandes empresas, sigue atrayendo inversiones audaces como esta.
Antes de Infinite Reality, Napster perteneció a compañías como Rhapsody y Best Buy. Su historia, llena de altibajos, ahora se escribe en el terreno incierto, pero prometedor, del metaverso. La apuesta es arriesgada, pero la inversión millonaria refleja una convicción firme en el potencial de la marca Napster para reinventarse una vez más.
La pregunta que queda en el aire es: ¿Será esta la última metamorfosis de Napster o presenciaremos nuevas transformaciones en el futuro?